A la edad de 97 años se apagó en Miami, para siempre, una de las más grandes estrellas del firmamento cultural de Cuba: Rosita Fornés.
Dueña absoluta de todos los escenarios que pisó, capaz de bailar, cantar, actuar, conducir un espectáculo, la legendaria actriz, cantante y vedette cubana Rosita Fornés falleció en la madrugada de este miércoles por complicaciones asociadas a un enfisema pulmonar que venía padeciendo desde hace años.
“A pesar de las informaciones de los últimos días, nunca creí que verdaderamente tendría yo que comunicarles esta triste noticia” escribió Rey González, administrador en Facebook de la Página Oficial de Rosa Fornés y amigo personal de la artista, quien fue la primera persona que dio a conocer la noticia de su fallecimiento.
Su muerte, como la gran DIVA que siempre fue, aconteció este 10 de junio 2020, a las 04:07 am, rodeada de algunos familiares y amigos.
“Mis condolencias a todos los que la han querido a través de su larga vida, a su numerosa familia, a los cientos de amigos por todo el mundo a los miles de admiradores que han enviado a su Página Oficial en Facebook un inmenso número de mensajes de apoyo y de esperanza”, añadió Rey González en su mensaje de condolencias.
“Cuba está de luto, la cultura latinoamericana pierde a, quizás, la última de su gran Diva, a la más versátil artista cubana, a la actriz, cantante y bailarina que conquistó los corazones no sólo de los cubanos, sino también de los mexicanos, españoles y de todos los públicos donde lució su arte sin igual”, puntualizó.
Su verdadero nombre era Rosalía Lourdes Elisa Palet Bonavia. Nació en Nueva York, EE.UU., el 11 de febrero de 1923, fruto del matrimonio entre dos emigrantes españoles, Guadalupe Bonavia Fornoza, ama de casa madrileña; y Santiago Palet, oriundo de las Islas Baleares, quienes llegaron a la ciudad procedentes de la nación ibérica.
El apellido Fornés lo adquiere Rosita del empresario valenciano José Fornés Dolz, quien se convertirá en el padre adoptivo de la niña, tras el divorcio entre su madre y padre biológico.
Guadalupe conoció a José Fornés en La Habana, ciudad a la que llegó con su pequeña niña tras la ruptura con Santiago Palet.
Fue así como Rosita llegó a Cuba, país del que nunca se desprendió su alma, aunque decidió cambiar su residencia a Miami en 2019.
Guadalupe y José regresaron con Rosita -niña- a España en 1933, para luego volver a Cuba, donde Rosita debutó en el programa de radio para aficionados, La Corte Suprema del Arte. Fue allí, lugar al que llegó siendo apenas una niña, donde fue bautizada con el nombre artístico que llevaría para siempre: Rosita Fornés.
Más tarde tomaría clases de música, baile y actuación hasta su primer debut importante, en un montaje de la zarzuela cubana Cecilia Valdés, del compositor Gonzalo Roig.
En el año 1939 debuta en el cine, en el film de Ramón Peón Una aventura peligrosa, mientras se ganaba un nombre en la radio, a través del género lírico, interpretando populares zarzuelas y operetas, de moda por aquella época.
En 1941 conoce a Ernesto Lecuona y comenzó a llevar una vida artística paralela, en escenarios como los del Teatro Principal de la Comedia, el Campoamor o el Teatro Martí (con las compañías de Palacios, Lecuona, Rodrigo Prats o Miguel de Grandy). Mientras se presentaba en las principales emisoras de la radio cubana (CMQ, COCO o en RHC Cadena Azul). También fue llamada a participar en el rodaje de varias películas.
Con apenas 22 años ya tenía Rosita Fornés su fama ganada en Cuba y decide viajar a México y Estados Unidos, donde actuó en varias películas y revistas musicales.
Conoce a su primer esposo, del cual nacería su primera y única hija. Se divorcia y regresa a Cuba, donde conoce a Armando Bianchi, con quien estaría casada hasta el año 1981, año en que este falleció víctima de un accidente en el mar.
Ya para entonces, Rosita era una absoluta estrella. Interpretaba dramas, revistas musicales, operetas, zarzuelas, comedias y dominaba por si fuera poco, un amplio repertorio de canciones. Ya la audiencia de los teatros, y la teleaudiencia la consideraba la mejor vedette de Cuba.
Viajó representando a Cuba en espectáculos musicales y de teatros por todo el mundo.
Su regreso al cine fue por todo lo alto. Fue la estrella indiscutible en la comedia de Juan Carlos Tabío Se permuta, debut de la joven Isabel Santos. Sucedió en el año 1983. Se permuta fue el éxito cinematográfico cubano indiscutible de la década del 80´en Cuba, junto a Los pájaros tirándole a la escopeta, y el éxito tuvo mucho que ver con la actuación de Rosita Fornés.
Luego vendrían sus papeles en Plácido (1986), Papeles Secundarios (1989), Quiéreme y verás (1994), y Las noches de Constantinopla (2001), entre otras películas.
En los noventa regresó a los escenarios de España y de Miami, para triunfar como antaño.
En vida recibió numerosos honores y reconocimientos, desde el Girasol de la Popularidad de la revista Opina hasta la Orden Félix Varela, el Premio del Gran Teatro de La Habana (1988) y los Premios Nacionales de Teatro (2001), Televisión (2003) y Música (2005). En el año 2011 recibió de don Juan Carlos I, rey de España, la Orden del Mérito Civil.
Versátil, profesional, histriónica, carismática, encantadora. Sin dudas, una de las artistas cubanas más sobresalientes y queridas por el público de la isla de todos los tiempos. La gran vedette de Cuba.
A todos sus familiares y amigos, nuestro más sentido pésame por el fallecimiento de esta gloria de la cultura cubana.
Descansa por siempre, cuba seguirá disfrutando de tu música y tus sobras teatrare, siempre vivirás en todos nuestros corazones la gran vedette Cuba Rosita Fornet, a la familia nuestras condolencias de todos los hermanos cubanos
buenos días, orlando
gracias por leer cubacomenta y compartir con nosotros sus opiniones. saludos de miércoles