El distanciamiento entre el magnate y su hija Tiffany hoy se hace más que evidente. La joven nos ha sorprendido con la postura que ha manifestado recientemente.
Tiffany, la hija del segundo matrimonio de Donald Trump, se ha licenciado como abogada y al parecer está soltando aires de defensora. En medio de la actual situación originada tras la muerte de George Floyd, la hija menos nombrada del presidente de los EEUU está acaparando los titulares de prensa.
Una especie de rebeldía hace entrever con una reciente publicación en su cuenta de Instagram. Tiffany, como miles de usuarios de la conocida red social, también se sumó a la iniciativa de este martes, #BlackoutTuesday.
La joven publicó el recuadro negro que tantas otras celebrities han compartido, junto al mensaje “Solos podemos conseguir muy poco; juntos podemos conseguir tanto” de la escritora y activista Helen Keller y la petición de justicia para Floyd que han hecho suya miles de manifestantes en todo el país.
https://www.instagram.com/p/CA8DwLPhNPe/
Su novio, el millonario de origen libanés Michael Boulos, también tuiteó el mismo hashtag, aunque sin la cita de Keller. El gesto en sí es bastante significativo: Tiffany se ha convertido en la única del clan en apoyar el movimiento.
Los usuarios de las redes sociales no dejaron pasar la oportunidad y catalogaron a la joven como la “mejor Trump”. Su madre y segunda esposa del presidente, Marla Maples, igualmente compartió la misma imagen en su perfil de Instagram.
Ese mismo día, el presidente de los EEUU acudió, como de costumbre, a Twitter –donde recientemente felicitó, cuatro días tarde, a su hija Tiffany por graduarse en Derecho en la Universidad de Georgetown– para celebrar sus propios logros ayudando a los estadounidenses afroamericanos. Aseguró entonces que ha hecho más por la “comunidad negra” que cualquier otro presidente desde Abraham Lincoln.
La postura de la media hermana de Ivanka Trump es evidente. Con el divorcio de Donald y Marla en 1999, poco antes de que Tiffany cumpliese seis años, pasó a criarse a 4.000 kilómentros alejada de Trump, algo que hace deducir la fría y rebelde relación con su padre y el resto de la familia.
Olivia Pérez
