En EE.UU. posiblemente exista solo una estatua de José Martí. Bustos, muchos. En Tampa, Miami, estatuas, que este redactor sepa en Nueva York.
Sin embargo, en las últimas horas circuló por las redes sociales uno de los tantos bulos que a diario vemos. Este decía que en Nashville, Tennessee, la violencia de algunos protestantes los había llevado a derribar una estatua de José Martí.
En realidad, la estatua derribada en Nashville no era de Martí, sino del esclavista y racista, el legislador Edward Carmack.
Carmack fue confundido con el prócer cubano José Martí debido a un innegable parecido físico -en la estatua- con el prócer cubano. Alguien regó la bola y, lejos de la gente someterse y someter la noticia al rigor periodístico, se siguió halando de la cadena.
Una revisión hecha en los medios locales de Tennessee nos lleva a saber que fue una estatua de Carmack, un legislador y periodista de finales del siglo XIX y principios del XX que publicó opiniones racistas y escribió editoriales en los que criticaba los criterios de la destacada periodista y defensora de los derechos civiles Ida B. Wells. La estatua de Carmack se fue abajo tras los empujones de los manifestantes.
My favorite desecration was this statue of avid racist Edward Carmack who nearly got Ida B Wells lynched. It's Nashville! Put a statue of Loretta Lynn out there and throw this in the garbage. pic.twitter.com/KjDLJJfyFk
— Cynthia O'Leary (@RoseWrites) May 31, 2020
Edward Carmack fue asesinado a tiros en 1908 por un rival político.
El deleznable racista integró la Asamblea General de Tennessee en la década de 1880. Fue elegido para la Cámara de Representantes y luego para el Senado de EE.UU. y fue en esa época cuando los habitantes de la ciudad decidieron erigirle una estatua a principios del siglo XX.
Estatua que pasó a mejor vida el pasado fin de semana.
Teniendo en cuenta que en los EE.UU., en algunas ciudades y estados han estado retirando las estatuas de confederados que apoyaron la esclavitud y el racismo en EE.UU., es poco probable que ahora se gasten un centavo en reparar el monumento, que además perdió un pedazo de la cabeza y más bien hasta pudieran agradecerle a los vándalos que hayan tirado la pieza de bronce abajo.
por Roberto A.
tal vez quieras leer: Ana de Armas y Ben Affleck, vistos en protestas por George Floyd