Un estudio científico publicado desde el pasado 2 de junio, realizado por biólogos moleculares de Alemania, reveló que el coronavirus puede reproducirse en las células del músculo cardíaco humano.
Los científicos confirmaron que el nuevo coronavirus es capaz de penetrar las células cardíacas humanas y descubrieron que puede reproducirse allí, causando interrupciones en la frecuencia cardíaca.
Según el estudio, publicado en la biblioteca en línea bioRxiv, «el SARS-CoV-2 puede infectar los cardiomiocitos humanos en cultivo, así como en dos modelos diferentes de tejido cardíaco».
«La infección viral se asoció con efectos citotóxicos y la inhibición de latidos de cardiomiocitos en nuestros cultivos y cardiosferas in vitro, lo que sugiere un posible efecto perjudicial de la infección por SARS-CoV-2 en el corazón humano», señalan.
Desde los primeros días del brote de coronavirus en China, dice la agencia TASS, los científicos saben que el coronavirus daña no solo las células pulmonares, sino que también puede infiltrarse en otros tejidos del cuerpo, incluidas las membranas mucosas de la nariz, el esófago, los vasos sanguíneos y el corazón, como otros órganos, pero esta es la primera ocasión en que se hace un estudio específico sobre el tema.
Esta característica del virus, dicen los científicos, podría explicar por qué muchos pacientes con COVID-19 sufren no solo problemas respiratorios, sino que también pierden el sentido del olfato, tienen problemas de digestión y problemas con el sistema cardiovascular.
Los biólogos y cardiólogos moleculares alemanes, dirigidos por Stefania Dimmeler, directora del Instituto de regeneración cardiovascular de la Universidad Goethe de Frankfurt, han revelado una posible razón detrás de los problemas cardiovasculares al observar la interacción del coronavirus y los cardiomiocitos, las células del músculo cardíaco.
Según Dimmeler y su equipo, los científicos llevan mucho tiempo interesados en saber si el coronavirus causa interrupciones cardíacas directamente, al infectar las células del músculo cardíaco, o indirectamente, causando inflamación y otras interrupciones en el cuerpo, que afectan negativamente el trabajo de los cardiomiocitos.
Los investigadores alemanes probaron ambas hipótesis intentando infectar tanto las células cardíacas individuales como el espécimen de tejido muscular cardíaco crecido artificialmente con dos cepas diferentes del coronavirus SARS-CoV-2.
Anteriormente, muchos biólogos dudaban de que el virus pudiera procrear eficientemente en ellos, porque los cardiomiocitos no producen la enzima TMPRSS2, que es de importancia crítica para el SARS-CoV-2.
Los experimentos de Dimmeler y su equipo han demostrado que el virus puede sortear tales problemas y utilizar otras biomoléculas de las células del músculo cardíaco, aunque desconocidas para los científicos, para realizar las mismas funciones. Ambas cepas se infiltraron con éxito en los tres cultivos de células del músculo cardíaco utilizados en el experimento, causando su muerte masiva y su interrupción.
Tales experimentos, dicen los científicos, indican que el virus daña directamente el tejido cardíaco, lo que debe tenerse en cuenta tanto durante el tratamiento de los portadores de COVID-19 como en la investigación de las consecuencias a largo plazo de la propagación del coronavirus entre la población.
por Roberto A.
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