Desde su origen, la bicicleta siempre ha sido bien acogida. Hoy su uso está muy de moda, pues nos proporciona disímiles ventajas para la salud y el medio ambiente.
Con el fin de promover su uso y fomentar un medio de transporte que, entre otros beneficios, contribuye al desarrollo sostenible, fomenta la salud y previene enfermedades, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 3 de junio como el Día Mundial de la Bicicleta.
La propuesta nació en abril de 2018, con la intención principal de mostrar que este artefacto pertenece y sirve a toda la humanidad, especialmente en la lucha contra el cambio climático, la contaminación y la congestión del tráfico.
Este popular medio de transporte fue el resultado de una serie de intentos fallidos para inventar un vehículo innovador a mediados del siglo XIX. El primer modelo apareció en Alemania y estaba hecho de madera, para darle arranque había que impulsarla con los pies. Pero todo cambió en 1861 cuando a Ernest Michaux se le ocurrió la idea de colocar pedales delanteros y sirvió como primer paso para llegar a la bicicleta actual.
Durante la fecha, diversas organizaciones ecologistas se esmeran por dar a conocer el impacto positivo que trae el uso y apropiación de la bicicleta como actividad deportiva y cultural. Se aprovecha también para debatir sobre la seguridad de los ciclistas, y acerca de la importancia de esta actividad como deporte.
En lo que va de año, se han producido a nivel mundial más de 63 millones de bicicletas, según el sitio Worlddometers , un portal que obtiene información de Bicycle Retailer and Industry News, Bicycle Market Research Institute y 12 fuentes más.
La OMS también recomienda el uso de las bicicletas por todas las razones que ya conocemos, y que valen la pena recordar hoy: fomentar su uso puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, ciertos tipos de cáncer, diabetes e incluso la muerte. Mejorar las condiciones de este tipo de transporte supone beneficios para la salud, para la equidad y para la economía.
Su importancia se pone aún más de manifiesto en este 2020, un año marcado por una situación epidemiológica que nos hace elegir medios de transporte limpios, sostenibles y libre de contagios. La bici, por supuesto, reúne todas ellas.
Dulce Maria Lopez