Más claro ni el agua. Un país que hasta hace apenas unos días tenía muchos de sus estados cerrados y en cuarentena por el coronavirus, con ciudades enteras bajo asedio de la pandemia del covid-19, ha visto de pronto, que casi de la noche a la mañana miles de personas han salido a manifestarse en protestas por las calles “armados” con tan solo un nasobuco.
Se ha violado toda regla del distanciamiento social durante las manifestaciones de protesta por la muerte de George Floyd y el resultado, según funcionarios de salud, se verá de aquí a dos semanas.
Tanto especialistas, como políticos, afirmaron sentir preocupación de que las protestas por la muerte del afroamericano George Floyd, disparen los casos de coronavirus en EEUU.
Bill de Blasio, alcalde de Nueva York, exhortó a los manifestantes a “darse cuenta” de la magnitud del problema, pero sin embargo dijo sentirse “orgulloso” porque su hija fuese arrestada.
El domingo, día en el que hasta el momento se reconoce se efectuaron las protestas más fuertes, se reportaron en EEUU 20 mil nuevos casos de COVID-19, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Todos los que han salido a la calle a protestar por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un agente de la policía de Minneapolis, identificado como Derek Chauvin, y que ahora enfrenta cargos por homicidio en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado, parecen haber olvidado que existe un brote de coronavirus latiente en EEUU. Un brote que tiene a un millón 859 mil 709 de personas infectadas con COVID-19.
EEUU es el país con mayor número de casos de la enfermedad, pero la gente parece haber olvidado que se transmite de manera cercana, a través de algo tan minúsculo e invisible como gotas de saliva.
Uno de los preocupados, el gobernador de Minnesota Tim Walz, quien ayer recibió severas críticas por parte de Donald Trump, indicó que se espera un “fuerte aumento” en los contagios por coronavirus en su estado y dijo estar “profundamente preocupado”.
“Vamos a ver un pico en (los casos de) COVID-19. Es inevitable”, expresó.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, manifestó que las personas tienen derecho a protestar, pero que no tienen derecho a infectar a otras personas. “No tienes derecho a actuar de una manera que ponga en peligro la salud pública. Dios bendiga a Estados Unidos”, remató.
por Roberto A.
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