El director del Hospital Faustino Pérez de Matanzas “explotó como cafunga” la víspera, tras brote de coronavirus que tuvo lugar en el centro asistencial donde desempeñaba su cargo hasta ayer. El Dr. Andrés Lamas Acevedo parece haber sido el chivo expiatorio de un problema mucho más grave aún y que según divulgó el diario Girón ayer, puede tener más implicados relacionados con la infecta de 46 personas, con coronavirus, en ese hospital.

Cuarenta y seis infectados parecen ser demasiados para que el Ministerio de Salud deje todo sin una sanción ejemplar, aun cuando las culpas de lo sucedido, muchas de ellas, escapan de las manos de Lamas Acevedo.

Si resumimos lo sucedido hay que empezar por decir que en ese hospital, desde hace un año, hay serios problemas con el suministro de agua. Serios.


Habría que mencionar también que la demora de 14 horas en llegar la ambulancia a recoger una enferma, que llegó al hospital con síntomas muy ajenos al coronavirus, tampoco tiene mucho que ver con Lamas, a no ser que él pagara con su bolsillo un taxi, o prestara su auto -si es que tiene- para transportar a la enferma desde el Faustino hasta el Mario Muñoz Monroy (hospital provincial)

Se conoce, la Comisión que investigó el asunto lo sabe, de todo esto; y se sabe además que Lamas Acevedo y otros médicos del Hospital Faustino Pérez habían comunicado a las autoridades de salud en la provincia de estos problemas con el agua, y también de la falta de nasobucos y guantes, y que el hospital no tenía condiciones para enfrentar esta pandemia – de hecho, asumió esta tarea en contingencia, pues nunca estuvo en planes ponerlo a ser “el intermediario” entre el Muñoz Monroy y el resto de policlínicos – pero ya se sabe que “donde manda capitán…”

De hecho, ahora, un médico de ese centro, Julio Martínez, criticó en Facebook la medida contra Lamas Acevedo. Martínez explicó que este había tratado de alertar a las autoridades locales sobre la escasez de agua que desde hace un año afecta al hospital, pero…

Lamas Acevedo también recibió el apoyo de otros galenos, quienes elogiaron la gestión del director y protestaron contra la medida de suspenderlo de sus funciones.

La investigación hecha por el Ministerio de Salud Pública en ese hospital encontró violaciones de las “medidas de bioseguridad” con respecto a la desinfección y el acceso a ciertas áreas y encontró además que el personal médico y los pacientes no seguían los “protocolos de protección”.

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