Manipular estadísticas nunca será ventajoso para nadie. El caso de Rebekah Jones comienza. ¿Quién le dijo que maquillara las cifras de covid en la Florida? ¿En verdad le pidieron eso?

El caso de una funcionaria del Departamento de Salud de la Florida que se negó presuntamente a manipular las estadísticas del coronavirus en el estado, se encuentra en el centro de una tormenta, luego de que varias organizaciones de Florida pidieran al Congreso del estado investigar su despido.

Rebekah Jones, que varios medios citan como “la creadora del mapa en tiempo real del Departamento de Salud sobre la incidencia de la covid-19 en ese estado”, fue despedida el pasado 5 de mayo por presuntamente “haberse negado a manipular los datos del coronavirus en la Florida”.

Sin embargo, ahora, luego de que una docena de medios de los EE.UU. se hicieran eco de su caso, ha salido a la luz pública que Jones, ni era la “arquitecta creadora del mapa”, ni tampoco fue expulsada por “manipular estadísticas”. Tan solo fue por rechazar “exportar unos datos”.

Ya explicaremos eso más tarde.

Lo que se dijo en Florida Today, The Daily Beast, New York Post, The Guardian, CBS 12 News, The Hill, Miami Herald, ClickOrlando, WEAR-TV

Según todos estos medios, a Jones, al parecer, le exigieron que “adornara” las cifras para facilitar la reapertura de la economía, pero la mujer se negó a hacer eso, y fue despedida. Cuando salió, dijo a los medios que su salida “no era voluntaria” y eso dejó la papa caliente en un horno con 450 grados farenheit.

Jones, quien era gerente del Sistema de Información Geográfica (SIG) en la División de Control de Enfermedades y Protección de la Salud del Departamento de Salud de Florida, no se quedó corta de palabras, y envió un correo muy bien detallado en el que explicaba los motivos de su salida.

En el correo explica que ella, se negó a “cambiar de forma manual los datos para obtener apoyo para el plan de reapertura del estado”.


¡Increíble pero cierto!

Ahora, quienes exigen que su caso sea revisado lo hacen sosteniendo que el despido de Jones “tiene el sello distintivo de una ofensiva gubernamental contra la información vital”, y piden “establecer de inmediato dos comités de supervisión bicamerales, bipartidistas e independientes, para responsabilizar a la rama ejecutiva del gobierno de Florida por sus fracasos y hacer lo que es correcto para la salud pública de todos los floridanos”.

Esto, sin embargo, es apenas la punta del iceberg, pues “limitar el acceso público a los datos en medio de una pandemia global”, o manipular estadísticas para beneficiar grupos económicos que como bien se conoce hacen lobby en todas las ramas legislativas, “socava a las instituciones democráticas”.

El reclamo fue firmado por organizaciones como Nueva Mayoría de Florida, Dream Defenders, Organice Florida, Florida Central Jobs with Justice y la Coalición de Inmigrantes de Florida.

Pero, ¿es verdad todo esto?

Lo que dice el gobierno

No está claro, por el momento, quién le pidió a Jones que “manipulara” las estadísticas. La mujer no ha dicho, y pudiera estar mintiendo.

Tras la salida de Jones, fue la portavoz del gobernador, Helen Aguirre Ferré, quien salió al ruedo a ofrecer una explicación -la versión gubernamental de lo sucedido- y dijo que la científica había sido despedida por “insubordinación”. ¿Por qué o debido a qué se había insoburdinado? No dijo, y eso solo le añade más leña al fuego.

“Rebekah Jones siguió un curso repetido de insubordinación durante su tiempo en el departamento, incluidas sus decisiones unilaterales de modificar el tablero de instrumentos COVID-19 sin el aporte o aprobación del equipo epidemiológico o de sus supervisores”, dijo Ferré el martes.

En Florida, donde nada nunca está claro, parece para muchos interesados en ir contra Ron DeSantis más lógica la versión de Jones, pues abrir el estado parecía una prioridad del gobierno, incapacitado de enfrentar -es lógica la preocupación- el reclamo de miles de personas que se quedaron sin empleo, tras el cierre a que se vieron forzados por culpa del coronavirus.

La peor noticia para el gobierno del republicano DeSantis es que en verdad él y su equipo pudieran haberse apresurado en “reabrir” la Florida. Las estadísticas divulgadas ayer con relación a la covid-19 no mienten: se duplicaron de un día para otro los nuevos casos de positivos, y eso no es una buena noticia.

Los casos de coronavirus en la Florida ascendieron con esos datos a 48.675 y se registraron 48 fallecimientos en las últimas horas, lo que elevó el total de decesos a 2.144, pero de ser cierta la acusación de Jones, estos números actuales que muestra el mapa podrían estar “maquillados”, dejando una cifra de contagiados mucho mayor a la registrada oficialmente.

La verdad de todo

Un fact check sobre lo sucedido puede encontrarse en el siguiente enlace (aquí)

Según destaca Tallahasseee Report, son varias las inexactitudes en el caso de Rebekah Jones. Y las enumera una por una. De hecho, ayer, Florida Politics escribió un artículo en el que cita a la portavoz del gobierno quien expresa que Rebekah ni siquiera era una analista científica.

Pero, ¿qué dice Tallahassee Report sobre el asunto?

El medio arroja más luz sobre un asunto bastante delicado que llevó a varios medios, entre ellos varios nacionales y de sobrado respeto, “a irse con la de trapo”.

Reclamación # 1: Rebekah Jones fue la ‘arquitecta’ del tablero COVID-19 de Florida.

Nada más falso. El trabajo de Jones consistía en cargar datos en esos módulos y decidir cómo se mostraban a los visitantes.

Reclamación # 2: Rebekah Jones era un ‘científico’ del coronavirus.

La verdad es que Jones tiene un doctorado en geografía. Su conjunto de habilidades, se limitaban a trabajar en el mapeo de datos, como explicamos anteriormente. No es especialista en epidemiología, ni biología ni de salud pública.

Reclamación n. ° 3: se le pidió a Rebekah Jones que manipulara datos para respaldar el plan del gobernador de reabrir Florida.

La verdad es que a Jones se le pidió que deshabilitara temporalmente la capacidad de exportar datos desde el tablero para que pudiera verificarse que los datos coincidían con otras fuentes.  Y solo eso.

Reclamación # 4: Rebekah Jones fue despedida porque se negó a cumplir con las órdenes de ocultar la verdad sobre COVID-19

La verdad ya la dijo la portavoz de DeSantis. Jones no es víctima de un encubrimiento de la administración de DeSantis. Fue despedida por insubordinación.

“La flagrante falta de respeto a los profesionales que trabajaban las 24 horas para proporcionar información importante para el sitio web COVID-19 fue perjudicial para el equipo”, dijo Ferré, además.

Ahora, incluso, ha salido a la luz “su récord policial”, en el cual resaltan palabras como “insubordinación”, “agresión”, “resistencia al arresto”, entre otros.

Tallahassee Reports afirma que “Rebekah Jones fue despedida por problemas de rendimiento, no por ‘negarse a manipular datos’.”

Al parecer, porque en este mundo nada parece lo que es, como bien señala la administración de DeSantis, “ella era solo una empleada problemática que ahora está descontenta e intenta llamar la atención de los medios sobre su despido.”

“La forma más fácil de llamar la atención de los medios en este momento es afirmar que un funcionario electo republicano está involucrado en una conspiración para encubrir los datos de COVID-19”, resume Tallahassee Reports antes de concluir que “Rebekah Jones como mártir del coronavirus en la administración de Ron DeSantis, se desvanecerá rápidamente en el agujero de la memoria de los principales medios del país”.

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