¿Armonía o discordia con tus ex? Es algo que a veces podemos decidir, y otras no tanto. Depende de mucho
Los ex, de eso hablaremos hoy. Casi todos, no me atrevo a decir que todos, tenemos uno. ¿Cómo solemos llevarnos con ellos? ¿Armonía o discordia? ¿Por qué apuestas o has apostado? ¿Cuál es tu experiencia?
Quien escribe tiene dos ex a los que les tiene mucho cariño. Uno, de los tiempos de la Lenin; otro, de después, cuando ya estudiaba Periodismo y mi padre murió. Con los dos no me relaciono aunque me gustaría. En ambos casos sospecho que sus actuales parejas prefieren que el pasado de sus parejas siga siendo eso, pasado. Y para nada soy yo de quebrantar normas a estas alturas de mi vida.
Hay quien sí lo hace y lo aplaudo: “Con los que su mujer no los deja me relaciono a escondidas y sin ocasionarle ningún problema sólo cuando ellos pueden con toda la comprensión del mundo; y si sus mujeres los han hecho felices yo las quiero aunque ellas me odien, dime tú!”
Cuando tu ex es el padre de tus hijos
Hay otro ex. Con este cero relación; pese a que es la persona que me ayudó a salir de Cuba. Ideó un plan perfecto, como de película. Y siete años después de salir él de la isla, me sacó a mí. Qué bella historia, que se empañó porque él entra en la categoría de ex fantasma. Se fue por su propia decisión de mi vida, pero parece que no quería o no lo tenía tan claro. Pasado algún tiempo -en que hasta debí cambiarme el número de teléfono- era obstinada su persistencia para permanecer o aparecer cuando nadie lo esperaba.
Supongo que cada quien tiene su historia de ex. Vía WhatsApp obtuve testimonios de amigas, que prefieren el anonimato, acerca de cómo es la relación con los ex cuando hay hijos. “Es cierto que cuando el papá de las niñas y yo nos separamos hubo una primera etapa que fue dolorosa para mí, pero solo fue eso una etapa que se supera y pues nada hoy somos como hermanos. De hecho, con su esposa todo muy bien y justo nos separamos porque el se enamoró de ella”, me cuenta una cubana de la isla.
Otra explica: “No les voy a negar que al principio los sentimientos son muy complicados. Culpas a otros un día; se culpa uno mismo otro y así; pero cuando pensé que tenía dos bebés muy pequeñas que necesitaban una familia armónica pues todo se fue acomodando. Sumado factor tiempo y vida, que continúa con nuevas metas y cosas por hacer. Resuelto conflicto. Tengo que reconocer también que el padre de mis hijas y su familia son espectaculares.
“Con el papá de mi hija fue feo al inicio, pero si lo multiplicas por cero, ellos agarran el camino. Con los que tengo contacto me llevo bien. Cuando uno deja el pasado y sigue viviendo es cuando las cosas marchan. Si uno se la pasa pensando en lo que pasó y en lo que pudo ser… no vives, ni dejas vivir. El que no me quiera se lo pierde; y cuando lo dejo yo es porque ya la relación no me satisface y necesito cambiar. Siempre trato de que todo sea en buen plan”, reconoce una de mis amigas, quien también reside en Cuba.
No debieras tratar de volver
Hay una canción del español Joaquín Sabina, “Peces de ciudad”, de su álbum Dímelo en la calle que dice algo que me encanta:
…al lugar donde has sido feliz
No debieras tratar de volver
Lo recordé enseguida cuando alguien me comentó, también por WhatsApp, “cuando tienes el concepto claro de que el amor es libre y que en el corazón de otra persona nadie puede mandar, todo se supera fácil. El amor es cosa de dos o de tres, etc -todo ha cambiado mucho- pero de uno solo está claro que no; y por otro lado si es uno quien termina la relación debe convencer al otro de esto mismo y terminar de la mejor manera posible: no eres tú, soy yo. No como mi hija que para terminar le dijo al chico: no me mueves el piso, y quiere que no la odie y siga siendo su amigo”.