El récord de Erick Hernández deberá aparecer en la próxima actualización del Libro de Récord Guinness, pues fue documentado por tres árbitros internacionales cubanos.
Desde la sala de su casa, con “restricción de movimientos” debido a la cuarentena, el cubano Erick Hernández implantó este domingo un nuevo Récord Guinness en dominio de balón.
En esta ocasión, el fenomenal recordista logró pegarle 188 toques a la pelota con la cabeza durante 30 segundos, en la posición de parado, que tuvo como “novedad” el hecho de que lo hizo no desde ninguna instalación turística como el Hotel Copacabana o el Melía Cohíba o Habana, Barlovento en Varadero, sedes habituales para los récords que imponen tanto él como su hermano Douglas, sino desde la sala de su casa.
Allí, confinado por el coronavirus, y con el auxilio del Canal Habana Deportes, el dominador del balón rompió su propio récord de 187 toques a la esférica, un récord añejo, suyo, que databa del año 2008. Sí, por apenas un toque, que viene a ser más o menos lo mismo que “un segundo” en los 100 metros de la natación; algo apenas imperceptible pero que lograrlo requiere toda una eternidad.
“Me entrené par de horas diarias durante varios meses. Lo fundamental fue el control del balón, aunque trabajé mucho los ejercicios de abdominales, de elasticidad, el trote en el lugar, las planchas, saltos y el dominio alterno de la pelota con los pies”, declaró Erick Hernández en declaraciones hechas a medios locales, pero a través de la vía telefónica.
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El récord deberá aparecer en la próxima actualización del Libro de Récord Guinness, toda vez que fue documentado y oficializado por tres árbitros internacionales cubanos. Entre estos, se encontraba Irazema Aguilera, primera árbitro femenina de fútbol en Cuba, quien posee la máxima categoría de la FIFA.
“También preparé el músculo esternocleidomastoideo, que sufre mucho en estas pruebas con la cabeza”, añadió Erick Hernández.
El atleta decidió dedicar su triunfo a los héros de estos tiempos. Fue entonces cuando habló de los médicos y el personal sanitario que tanto en Cuba como en el resto del mundo luchan por ponerle fin al coronavirus.
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