No será de coronavirus, pero a lo mejor algo pescan – ¡quiera Dios que no! – los comensales que, afortunados, logren sacarle provecho a estos huesos que un camión descargó en una bodega de Cuba, y cuyas imágenes llegan a nosotros a través de la mágica internet.
Nada nuevo, dirán algunos. Y sí, es cierto que en algún que otro momento de nuestras vidas hemos vulnerado las reglas de higiene y nos hemos llevado a la boca un buen número de bacterias.
Estamos llenos de bacterias, dirán hasta los científicos , y si seguimos sumando argumentos nos encontraremos hasta quien esgrima una respuesta “política” al asunto.
Sin embargo, no deja de molestarnos a muchos que, todavía en algunos países de este planeta, se distribuya la comida así, como se distribuía en el siglo XV. Y huesos. Y recogidos también del suelo.
Si regresamos a la foto de portada, nótese el detalle. Un hueso cae en el suelo, por donde corre agua estancada, probablemente agua pestilente. Un trabajador se agacha y lo recoge. Lo tira de nuevo para la cama del camión. El trabajador que está en la cama del camión lo patea. Ahí se queda.
Lejos de eso, no hay nada más. No hay más discursos o segundas intenciones, excepto el hacer un llamado a la higiene. A evitar enfermedades. Esa enseñanza nos ha dejado el coronavirus. Tal vez.
Hasta hace unos meses eso de llevar puesto nasobuco estaba reservado para los asiáticos y los trabajadores sanitarios. De hecho, cuando explotó el coronavirus, no pocos países extranjeros pensaron que ese “era un problema de China”. No pocos lo atribuyeron al hecho de que “los chinos comen cualquier cosa”, y mencionaron perros, gatos, serpientes, murciélagos.
La única verdad en todo esto, si es que existe una o algunas verdades, es que una carne que viaje así, al descuido sobre la cama de un camión no refrigerado, y que se descarga así, con un hombre pisoteando la carne, a plena luz del día, no es, para nada, higiénico.
Y es hora que los humanos – no solo los cubanos, humanos todos – vayamos incorporando a nuestra cultura, un poco de conocimientos sobre los modos en que puede propagarse una bacteria.
Solo eso.
por Ariel P.
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