En Huntington Beach, quienes adoran el sol y las tablas de surf, no aguantan playas cerradas
Todos le conocen como Surf City USA. Huntington Beach es una ciudad de 200 mil habitantes, en la que muchos no quieren las playas cerradas.
Un despacho de la Agencia Francesa de Prensa (AFP) refiere que aunque permaneció abierta durante mucho tiempo pese a las regulaciones de confinamiento por el coronavirus, este fin de semana la policía colocó cintas de plástico amarillas para bloquear los accesos a la famosa playa californiana.
Gavin Newsom, el gobernador demócrata, determinó el “cierre total” de las playas en el rico condado de Orange. Y los residentes de Huntington Beach salieron a la calle a protestar.
En este paraíso para surfistas la idea de no poder jugar con las olas, no ha gustado nada. “Estoy cansado de quedarme en casa y no poder ir a mi playa. Pago mucho dinero para vivir aquí y es mi derecho como estadounidense”, manifestó un hombre entrevistado por AFP.
Amanda Call es una septuagenaria de Huntington Beach, que está acostumbrada a tomar el sol y no tiene la intención de renunciar a hacerlo. La policía amenaza con multas, que a la mayoría de los que protestan parecen no importar mucho. “La cultura de la playa aquí es realmente importante. La gente debería tener el derecho de tomar sus propias decisiones”, dice convencida Amanda.
De acuerdo con las últimas cifras que se han divulgado, en el condado de Orange se han registrado 2.636 casos de coronavirus y 52 personas han fallecido.
Una camarera que ha perdido el trabajo en un restaurante de la zona por culpa de esta pandemia manifiesta: “No tengo miedo a contraer el virus. La mayoría de los que lo tienen son ancianos o están realmente enfermos, y además tenemos que fortalecer nuestra inmunidad”.
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