El joven periodista cubano Anibal Oliva Yañez ha salido al paso de no pocos colegas del gremio en la isla que, en los últimos días, parecen haber mutado en fiscales sin estudios y hasta con evidentes lagunas en materia de Derecho Penal.
“Fiscales con techo de vidrio”, así se pudiera llamar a estos voceros del gobierno que, como bien expresa Oliva Yañez desde Uruguay, a menudo violan de alguna que otra manera “la ley” y luego, en el Sistema Informativo de la Televisión Cubana, arremeten contra presuntos malhechores – presuntos, por cuanto ningún Tribunal ha dictado sentencia – a los cuales enjuician delante de la opinión pública nacional creando estados de ánimo en la población. Esto, mal que les pese, es contrario a las normas del periodismo, y Oliva desde Uruguay se los ha recordado, entre posts en Facebook y comentarios.
Les ha recordado además que, ninguno tiene la conciencia tranquila. En la isla, de un modo u otro, todos los periodistas “luchan” sobre el filo de la ley. Suelen comprar, por ejemplo, mercancía de dudosa procedencia; o al menos se la compran a quien – por ejemplo – pudiera no tener papeles de vendedor autorizado. Da igual si es frijoles para alimentarse, que un saco de cemento o arena “por la izquierda”. O esquivan hacer un periodismo real, serio, sobre las causas de un fenómeno; o no van al fondo del asunto y dejan que, precisamente ella, la justicia, “se escape”.
Desde hace días se ha venido denunciando la actitud de estos “paladines” que parecen no haber aprendido ciertas materias durante la carrera en la Universidad. La periodista Mónica Olivera les dijo que “tienen que parar” de ejercer estos enjuiciamientos en los medios; pero ellos siguen. Y sin dudas seguirán.
Así, por ejemplo, nos encontramos con el argumento de la periodista villaclareña Minoska Cadalso – ex amante, aseguran, del gobernante Díaz-Canel cuando este ejercía como mandamás del PCC en la provincia de Villa Clara – quien sin gota de sonrojo ha dicho que en Cuba existe un “Estado de Derecho”. Sin dudas, si existiera ese “Estado de Derechos” que dice Minoska, no se enjuiciara públicamente a los presuntos autores de un delito. Minoska lo sabe, pero valida el juego del detective que no pocos colegas del gremio ejercen por estos días en la TV Cubana. Sin dudas esta periodista villaclareña ni siquiera ha escuchado a Hayla María Mompié cuando canta aquello de “Soy inocente, hasta que no se pruebe lo contrario”, una frase de oro dentro de la Jurisprudencia.
“El periodista busca la verdad, no el enjuiciamiento,” ha dicho Anibal para criticar cómo el periodista Ricardo Gual, en un reportaje, ha mutado en fiscal.
“¡¡¡Me encanta el papel de fiscal del periodista Ricardo Gual!!! Puede y debe actuar así un periodista? A qué niveles esta llegando el periodismo en Cuba? Si es reincidente en ese delito, ¿por qué no preguntar a Fiscalía y poner sobre la mesa el verdadero problema?”, se pregunta el joven.
“Hoy que proliferan los reportajes televisivos(show circenses) sobre la batalla a las ilegalidades (…)” señaló más adelante.
Pongamos las cosas en contexto: ¿Recuerdan como el gobierno de la isla se cansó de denunciar que medios en la ciudad de Miami bombardearon a la opinión pública con el tema de los espías de la Red Avispa, y contribuyeron a fomentar un sentimiento de culpabilidad aún no dado por firme en los tribunales? Esto es lo mismo.
Pero claro, la prensa cubana, el Departamento Ideológico del Comité Central que dirige el ICRT, solo ven la paja en el ojo ajeno, mientras que en las de ellos crece y florece una viga de acero.
por Roberto A.