Después de conseguir controlar los contagios en la ciudad de Wuhan, China está de nuevo en alerta. Las autoridades del país asiático han decretado el cierre de la ciudad de Harbin, capital de la provincia de Heilongjiang, una ciudad que tiene 10 millones de habitantes, casi la misma población que tiene la isla de Cuba.

Allí, ha surgido un nuevo brote, y hasta la fecha se  confirman 540 casos positivos locales y 385 importados. Algunos la llaman “el nuevo epicentro del coronavirus dentro de China,” pero al parecer la cercanía con la frontera rusa, ha hecho lo suyo.


La nueva medida de aislamiento contempla que ni los residentes de otras ciudades ni los coches que estén registrados fuera de Harbin puedan entrar a las zonas residenciales de la urbe.

“Todos los casos confirmados, casos sospechosos, contactos estrechos de personas asintomáticas y contactos estrechos de contactos estrechos deben estar en cuarentena y someterse a prueba”, declararon las autoridades locales.

Desde mediados de abril Harbin, con diez millones de residentes, ordenó a todos los que llegaran desde el extranjero quedarse en cuarentena durante 28 días: 14 en un centro especial y 14 más en casa.

Todo parece indicar que un residente de 87 años, de apellido Chen, infectó a 78 personas tras recibir asistencia médica en dos hospitales. Entre los contagiados están miembros de su familia, otros pacientes de estas clínicas y personal médico. Ello explica el porqué del pico.

Las autoridades investigan cómo fue que pudo violarse el protocolo en ambos hospitales de tal manera que este anciano pudiese infectar a 78 personas. Lo cierto es que lo hizo, y no en un solo centro asistencial.

Otra versión apunta a que fue un estudiante de 20 años de edad que regresó de los EE.UU. quien contagió al menos a 70 personas.

Al menos eso dice el diario Daily Mail.

Lo más peligroso es que dos de los contagiados con el anciano, viajaron a otras provincias, lo que pone de relieve la facilidad con la que el virus puede volver a propagarse.

China había logrado contener con eficacia el brote, y de hecho ha comenzado a colaborar con otros países realizando donaciones de medicamentos que algunos consideraron ya no eran tan necesarios; pero este resurgir del virus en Harbin, pone de nuevo en alerta al país asiático.

Afortunadamente, si algún país puede tomar medidas y hasta levantar un hospital de mil camas en diez días es China. Los ciudadanos chinos, afortunadamente también, son de los más disciplinados en el mundo, y nadie duda que otra vez China logrará coger por el cuello al peligroso COVID-19.

tal vez quieras leer: China no permitirá la entrada de ciudadanos extranjeros

Leave a comment