Portugal, un país que hace 12 años estaba sumido en una crisis de la cual parecía no saldría nunca, es hoy por hoy un ejemplo y modelo para toda Europa no solo de cómo salir del atolladero y la miseria – crisis económica – sino también de cómo enfrentar la pandemia del Covid-19.
Con apenas 82o fallecimientos reportados y 21 739 positivos al coronavirus, en Europa se habla del “milagro de Portugal”, y no sin motivos. Si lo comparamos con su vecino España, país con el que comparte frontera, la diferencia es abrumadora. España tiene 22 524 fallecidos y 204 500 casos reportados de la enfermedad.
Un detalle hace la diferencia: La unión política, la unión de los partidos políticos.
En Portugal, como en todas las democracias europeas, existen partidos opuestos, y congresistas de un lado del espectro político y de otro; solo que, cuando existe una catástrofe nacional, suelen actuar unidos. En España, ni remotamento sucede esto, sino todo lo contrario.
Rui Rio, líder de la oposición en Portugal, dirigió al jefe de gobierno, Antonio Costa una carta en la que expresa:
“La amenaza que tenemos que luchar requiere unidad, solidaridad, un sentido de responsabilidad”.
Al hablar en el Parlamento dijo:
“Para mí, en este momento, el gobierno no es la expresión de una parte opuesta, sino la guía de toda la nación en la que todos tenemos el deber de ayudar. Ya no estamos hablando de oposición, sino de colaboración. Primer ministro Antonio Costa, cuente con nuestra ayuda. Le deseamos coraje, nervios de acero y buena suerte porque su suerte es nuestra suerte”, dijo este opositor.
¡Ah, cuánto podría aprender el Partido Popular y el Partido VOX en España de Rui Rio! ¡Un mundo!
En Italia, por ejemplo, sucede casi similar a España. Los opositores Matteo Salvini y Giorgia Meloni no se cansan de lanzar ataques contra el Primer Ministro Conte. Y no es que Conte lo haya hecho de maravillas, no, es que Portugal lo ha hecho de maravillas, con el gobierno y la oposición trabajando juntos.
A pesar de que Giorgia pregona su lema de “Dios, patria y familia”, y que gana cada vez más adeptos entre el electorado de derechas, la líder de Hermanos de Italia, no ha hecho otra cosa que atacar a Conte. Se reconoce como la aliada soberanista de Salvini; es la política de moda en Italia; una ultraderechista, más conservadora que Salvini, pero que en la concreta no parece hacer nada pro Italia. Y Rui Rio le ha dado una lección.
El milagro de Portugal
Portugal impuso con prudencia y velocidad un bloqueo que protegió al país de lo que podría haber sido un desastre. Los primeros casos de Covid-19 en Portugal se registraron el 2 de marzo. 17 días después, cuando los resultados positivos fueron 642 y se reportaron los primeros dos fallecidos, llegó la declaración del estado de emergencia. Unos días antes, cuando los aspectos positivos aún no eran 250, ya las escuelas y universidades estaban cerradas.
¡Ah, Díaz-Canel, en Cuba, por ejemplo, pudo haberse mirado en el espejo de Portugal!
La nación europea ya habla sobre la reapertura de actividades en las próximas semanas. El fin de la cuarentena nacional termina el 3 de mayo, pero se especula que se adelantará la fecha. España, por ejemplo, ha debido prolongarla.
¿Qué diferencia a Portugal del resto? La población. Según los expertos, en Portugal la población respondió “como los chinos”, y se quedaron todos tranquilitos en casa.
Una encuesta, publicada por el sitio portugués Publico, mostró que el 51% de los ciudadanos salen no más de una vez por semana. La minimización de los contactos sociales indudablemente está dando frutos.
“Deberíamos celebrar la enorme autodisciplina que la gente ha demostrado”, dijo el primer ministro Costa en un discurso radial.
¡Ah, si la población cubana se quedara tranquilita en casa!
Sistema hospitalario de Portugal.
El sistema de salud en Portugal es inferior al de España e Italia. ¿Cómo es que ha sucedido el milagro?
Un médico portugués, Ricardo Baptista Leite, especializado en enfermedades infecciosas y parlamentario de la oposición lo explica de la siguiente manera:
“Dada la fragilidad de nuestro sistema de salud, había un riesgo que la situación en Portugal fuera peor que en Italia o España, pero los ciudadanos han entendido claramente que si queremos superar esto también, debemos hacer más que los demás. El país ha demostrado una enorme solidaridad”.
Por si fuera poco, el gobierno de Antonio Costa, lejos de criminalizar a los inmigrantes – como hace por ejemplo VOX en España, y La Liga, en Italia) no solo decidió otorgar el permiso de residencia a todos los inmigrantes que ya lo hayan solicitado, al menos hasta el 1 de julio, para garantizarles una mejor cobertura de salud, especialmente en la lucha contra el coronavirus, sino que además aprobó una amnistía para los solicitantes de asilo y para todos los extranjeros sin permiso de residencia que hayan solicitado acceso a los servicios de salud.
Sin dudas no se trata de un “milagro” especialmente, sino de deseos de trabajar juntos. De ganas de levantar un país.
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