La controversial y siempre frontal Julita Osendi volvió a poner el dedo en la llaga al firmar un artículo publicado en el portal Cibercuba en el cual solo le faltó – digamos – darle un halón de orejas más que merecido a sus “queridos” Rodolfo García y Sergio Ortega, por prestarse para la ignominiosa tarea de suplantar las voces de dos grandes narradores deportivos cubanos: René Navarro y Modesto Agüero.
El porqué del acto suplantatorio tiene que ver con el hecho de que René Navarro, el querido Navarro, ha sido muy crítico en Facebook sobre sucesos sociales del país, en los que se incluye un post aclaratorio sobre sus actividades tras el retiro, en el que confesó haber vendido pomos plásticos y de cristal para poder sobrevivir sin tener que robar. Agüero, por su parte, no ha sido muy distinto, pero carga con el estigma de haberse ido a vivir en el extranjero.
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Ambas “actitudes” parecen haber molestado a algún gerifalte dentro del ICRT o dentro del aparato ideológico que controla al ICRT, y una infeliz idea, nacida de algún infeliz cerebro ha terminado por molestar a cientos de cubanos que ya estaban de por sí molestos con el trato que el ICRT le había dado al humorista cubano Andy Vázquez. En fin, suplantaron la narración original de un evento deportivo – con las voces de René Navarro y Modesto Agüero – y pusieron ¡veinte años después!, sin la carga emotiva que llevaron las voces de Navarro y Agüero, las del siempre correcto Rodolfo García y las del rojo Sergio Ortega.
Mala suerte ha tenido el ICRT y mala suerte han tenido Rodolfazo y Ortega que Julita Osendi se les haya enfrentado con una sola arma a su favor: la verdad.
A Julita se le podrán reprochar algunas cosas, porque ciertamente nadie es perfecto. Reconoce haber sido y ser Fidelista, pero entre aquellos Fidelistas que juegan a la doble moral y suelen hacer al menos un daño a la semana, y una Julita “Fidelista” que siempre va de frente y ser querida por todos, yo sinceramente preferiría la segunda.
Su publicación en Cibercuba, en tiempos donde unos $3000 pesos andan rondando la cabeza de cualquiera que pueda decir algo que no le convenga al gobierno cubano se asume como un ejercicio crítico de la verdad más latente.
En todo caso, escribir para Cibercuba, con la verdad en la mano, es una tarea más post retiro y si los chapuceros del ICRT y del INDER – por mencionar dos campos de acción donde enfoca su trabajo “la Juli” – no fueran tan mediocres, no habría tantas razones para sacudirles el gorro.
Tal vez, veríamos a Julita, como vimos a su querido colega Iván López, friendo chicharrones para poder sobrevivir al retiro, y no escribiendo para “un medio extranjero”.
por Ariel P.
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