Ante nuevas preocupaciones económicas por el coronavirus, corren estafas piramidales en grupos de WhatsApp y Telegram en Cuba

En las comunidades virtuales de Cuba han empezado a aparecer mensajes como: ¿Estás interesado en ganar 12 CUC con solo 1 CUC? Pueden encontrarse reenviados, sobre todo, en los grupos o cadenas de WhatsApp o Telegram y tienen en común la posibilidad de obtener mucho más de lo invertido en un corto lapso de tiempo, oferta tentadora en medio de una pandemia que afecta la economía familiar. Son estafas piramidales, hay que estar alertas.

Imágenes tomadas de grupos de WhatsApp y Telegram

Estafas piramidales: vaquita enferma y contagiosa

Lo antes presenciado se trata de una estafa piramidal. Un esquema de negocio, penado en varias partes del mundo, que ha causado no pocos escándalos y dejado a millares de personas sin posibilidad de recuperar su dinero. El mes pasado el diario español El País confirmaba la sentencia para los implicados en el caso del Fórum Filatélico, pero este es solo uno de los ejemplos.

Existen varios esquemas que tienden a confundir, pero todos están destinados al fracaso. Algunos en Cuba tal vez asocien estas estafas con la conocida “vaquita”: un grupo de personas que se ponen de acuerdo para rotar una parte de sus salarios durante varios meses hasta cerrar el ciclo.

Este arreglo ha sido utilizado tanto para ahorrar como para prestar desinteresadamente dinero a algún compañero de trabajo en una urgencia. ¿Es lo mismo? Definitivamente no. En una vaquita todos tienen claro cuándo y cómo cobrarán; además, no se suman más personas que las que estaban al inicio del acuerdo. En las estafas piramidales te piden una inversión inicial, muchas veces pequeña, con la promesa de que será devuelta con amplios beneficios si logras que otros participen en el juego.

De estafados a estafadores, el timo se viraliza

Lo más peligroso de estos timos es que por lo general el estafado se convierte en estafador sin darse cuenta. Algunos se percatan del engaño en medio del camino, pero tratan de esperar a que la pirámide llegue a su nivel antes de salirse.

Puede que unos pocos lo logren, mas a costa de seguir embaucando a los que están abajo, quienes difícilmente cumplirán la meta creciente de reclutamiento. Para este artículo contactamos con un integrante de uno de los “juegos” que operan en Cuba —en este caso se utiliza el dinero del saldo móvil—, y obtuvimos información del proceso.

Lo primero es transferirle 1 CUC al administrador, y mandarle una captura de pantalla al “jugador” que te reclutó. En la segunda imagen (obtenida de uno de los participantes) puede verse una jerarquía.

Las mariposas son los nuevos, las gotas, tréboles y la corona los que llevan más tiempo. Cada vez que se completen las ocho mariposas, el de la cima (corona) cobrará 12 CUC y los otros subirán un peldaño, sin ganar nada. Entonces, las mariposas empezarán a formar parte de otras “placas” y deberán reclutar a más personas para subir.

En el ejemplo anterior, Mar (corona) estaría a punto de cobrar, pero Cha (última gota) deberá esperar a que el ciclo se complete 7 veces (o sea, que 56 usuarios entren al “juego”) para el retorno ampliado de su inversión.

Por cada “jugador” que ellos reclutan, “el administrador” —que no forma parte de ninguna “placa”— cobra 1 CUC; dicho “mal y pronto”, para que Cha (última gota) cobre sus 12 CUC, deberá generar —junto con los demás usuarios de la “placa”— 56 CUC para el inventor del sistema.

Si sacamos cuentas, por 8 CUC que entran, salen 12. Supuestamente, esto generaría pérdida para el líder que funciona como banco, pero como es un ciclo lento, en lo que se llenan las otras “placas”, el jefe usa el dinero recaudado para pagarle a los que pocos que logran llegar arriba. Esto se repite hasta que la entrada de nuevos usuarios haga el proceso más rápido o sea imposible seguir reclutando y la cadena se estanque. Ahí ocurre la bancarrota.

Al buscar en WhatsApp el número del “administrador”, encontramos un perfil con la foto de un joven, que horas más tarde desapareció.

¿Dinero multiplicado por arte de magia?

Para algunos el mecanismo se torna incomprensible y se quedan con la máxima de “invierto 1 y obtengo 12”. Con la ilusión de ganar más y acortar los plazos, determinados participantes se inscriben más de una vez para multiplicar la suma por 24, 48, 72…

No obstante, se hace evidente que mientras más avance el juego, menos posibilidades hay de subir en la pirámide. Ese es el momento en que los “jugadores” que están más abajo comienzan a denunciar la estafa y se rompe la cadena, cuando probablemente el creador y/o los primeros puestos ya hayan ganado su dinero timando a los de niveles inferiores.

La imagen, tomada del periódico Excélsior, de California, demuestra cómo en un punto la pirámide se hace insostenible, pues necesita demasiadas personas para que el “juego” siga funcionando

Ser estafado no es el único peligro; uno se convierte en estafador. En las leyes cubanas —muy poco actualizadas en las nuevas tipologías de delito— no existen referencias directas a estas actividades. Pero el código penal sí tipifica como Estafa, en su ARTÍCULO 394: “El que, con el propósito de obtener para sí o para otro una ventaja o un beneficio patrimonial ilegítimo, y empleando cualquier ardid o engaño, que induzca en error a la víctima, determine a ésta a realizar o abstenerse de realizar un acto en detrimento de sus bienes o de los un tercero, incurre en sanción de privación de libertad de seis meses a tres años”; más adelante especifica que “Si el hecho previsto en el apartado 1 se realiza por uno o más individuos actuando como miembros de un grupo organizado o banda, la sanción es de privación de libertad de cuatro a diez años”.

Recomendaciones y consejos: el dinero no crece en los árboles

Al parecer, no es la primera vez que se forma una pirámide de engaños en la isla, pues en 2018 el portal de noticias CubaNet reseñó una bronca tumultuaria por un fraude parecido en Arroyo Naranjo. Las primeras personas recibieron sus beneficios, pero luego fue imposible sumar nuevos miembros y explotó la burbuja. No llamaron a la Policía por miedo a represalias, buena parte de los participantes perdieron su dinero, y los que no, fueron vistos como estafadores por sus vecinos.

El profesor del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de la escuela de negocios ESADE, Jesús Palau, en un reportaje de BBC Mundo, identificó signos que deben hacer sonar nuestra alarma:

  • Supuestas evidencias de rentabilidad segura: Que algunos reciban su parte ampliada de la inversión no significa que tú lo vayas a hacer, todo depende de qué lugar de la pirámide ocupes. Ninguna organización seria promete un retorno del 800 % de la inversión en un corto período de tiempo.
  • Reclutamiento: Una de las características más habituales en estas estafas es que te conviertes en replicador y a la vez estafas a otras personas. Si en algún momento ves esta palabra o algún sinónimo, debes sospechar.

El académico refiere otras tácticas, como ofrecer un servicio, producto o empleo cuando el negocio prospere, y que los estafadores ostenten un alto nivel de vida al que tú también “pudieras” llegar si te unes a ellos. El autor del artículo agrega que “Si bien el esquema Ponzi es ilegal en muchos países, no es hasta su desplome que aparecen las denuncias e investigaciones y normalmente es el demandante el que tiene que probar que se trata de una estafa piramidal”.

Al dialogar con algunos participantes de las actuales cadenas cubanas, comprobamos que están convencidos de la rentabilidad del negocio, y esgrimen sus razones para mantenerse en el “juego”:

  • No es una estafa porque el creador da la cara. No sería la primera vez que el simulador es una persona pública o conocida. El propio caso del Fórum Filatélico lo demuestra. Que tengas su número y su foto, o hasta hayas hablado con él, no es signo de confiabilidad. Puede desaparecer cuando explota la pirámide, o simplemente declararse insolvente y tú tendrás pocos mecanismos legales para exigirle tu pago.
  • Las estafas piramidales son cuando hay muchas placas, grupos o niveles: Si bien estas estafas la mayoría de las veces se detectan cuando hay un gran número de personas involucradas, siempre empieza un grupo reducido, que luego va creciendo hasta que matemáticamente es imposible seguir estafando a los que están abajo.
  • Las estafas piramidales prometen mucho dinero, aquí solo me darán 11 CUC de más. No todas las estafas son iguales; hay algunas a micro y otras a macro escala. Muchas personas honestas pueden caer en esta trampa sin darse cuenta de lo que están haciendo.
  • Al final, solo voy a invertir 1 CUC, voy a probar a ver qué pasa. Algunos empiezan invirtiendo 1 CUC y terminan poniendo más dinero. Las primeras veces es posible que retorne la inversión, pero cuando la pirámide crezca será más difícil. Como dijimos anteriormente, el único riesgo no es perder el dinero, sino formar parte de una red de estafadores, sin ser totalmente consciente de ello. Si la pirámide explota contigo adentro, deberás darles la cara los reclutados por ti.
El ejemplo expuesto no es el único de su tipo que actualmente opera en Cuba; existen otros con mecanismos similares

Estas estafas están proliferando en la isla cuando el coronavirus rebasa a la Policía, las personas se preocupan por la disminución de sus ingresos y aumenta la ansiedad por el encierro. Si bien la desesperación puede hacer caer a muchos en este engranaje macabro, desde Cubacomenta recomendamos no invertir a lo loco el poco dinero que tengamos, valorar el esfuerzo de nuestros familiares para mandarnos recargas o remesas y, sobre todo, cuidar nuestro prestigio, ese que, una vez perdido, es mucho más difícil recuperar.

*Para la investigación se dialogó con algunos de los participantes del “juego” simulando estar interesados en entrar. Con excepción del administrador principal, los otros nombres y números fueron tapados para proteger las identidades de sus usuarios.

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