Una ley aprobada por el parlamento británico en julio pasado para extender a Irlanda del Norte una serie de derechos civiles que ya están vigentes en el resto del Reino Unido, incluyendo interrupción voluntaria del embarazo (aborto) entró en vigor el 31 de marzo en Irlanda del Norte.

Sin embargo, no pocos denunciaron que hasta hace unas horas, a las mujeres de Irlanda del Norte se les seguía negando el acceso al aborto porque el Ministerio de Salud local no había dado su aprobación formal a los centros de salud, liberando así los


Fue necesaria la protesta de los movimientos feministas a través de las redes sociales que incluyeron entre otras estrategias, amenazas con tomar acciones legales, para que la decisión del ministerio de salud finalmente se hiciera efectiva.

Antes de la extensión de la legislación sobre el aborto del Reino Unido, la Ley de Justicia Penal estaba en vigor en Irlanda del Norte, una ley de 1945 que permitía el aborto solo en caso de un riesgo para la vida de la mujer, mientras que incluso lo prohibía caso de violación, incesto o malformaciones severas del feto.

No obstante, el debate se había estancado sobre cómo gestionar el acceso a la interrupción voluntaria del servicio de embarazo y para colmo de males, en los últimos días, en medio de la pandemia, los hospitales se vieron superpoblados para la asistencia de pacientes con COVID-19 y con poco personal y camas como para garantizar la posibilidad de aborto en un centro médico.

Por eso, dicen, es que el Ministerio de Salud aún no había dado su visto bueno a los fondos para la interrupción voluntaria del embarazo, y sin dar explicaciones, sino solo diciendo que el acuerdo tenía que revisarse a la luz de la epidemia de coronavirus. Fiona Bloomer, investigadora de la Universidad de Ulster, dijo que la única conclusión que se podía sacar era que era una decisión política: “Bloquear la implementación de la ley”.

“Para ser claros: el Ministro de Salud les está diciendo a las personas embarazadas que tomen un viaje en ferry de ocho horas a Liverpool, que tomen un taxi a la clínica y luego hagan el largo viaje de regreso inmediatamente después de la cita. Lo que el ministro sugiere es un grave peligro para la salud pública que se le encargaría de proteger”

Fue por ello que los movimientos feministas y otras organizaciones de salud reproductiva de mujeres habían amenazado con llevar el asunto a los tribunales.

Finalmente, la decisión del ministerio llegó el jueves 9 de abril, confirmando que ahora se pueden realizar abortos en hospitales en Irlanda del Norte. Los movimientos feministas continúan buscando la aprobación, dadas las circunstancias excepcionales, también del aborto con drogas para la telemedicina, ya previsto en el resto del Reino Unido.


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