Organizaciones de derechos humanos cuestionan las órdenes del presidente de Filipinas en medio de la pandemia de coronavirus
Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas, ordenó “disparar a matar” a aquellas personas que violen los requisitos de la estricta cuarentena por el coronavirus, según informa la agencia EFE.
En la noche del miércoles y durante un discurso por la televisión nacional, Duterte reiteraba: “No dudo. Mis órdenes son para la policía y el ejército, si hay problemas o surge una situación en que la gente pelea y sus vidas están en peligro, disparen a matar”.
De acuerdo con datos oficiales facilitados por la Policía Nacional de Filipinas, más de 17.000 personas han sido ya detenidas por incumplir las órdenes de cuarentena y toque de queda declaradas en diversas regiones del país.
Los casos confirmados de contagios en Filipinas, de acuerdo con datos facilitados por las autoridades sanitarias de la nación, son 2 mil 633; y de estos 96 fallecidos.
En medio de la pandemia de coronavirus, algunos disturbios se han originado en los barrios más pobres de Filipinas. Sin permisos concedidos, personas de San Roque, en Manila, organizaron una manifestación en la que exigían ayuda oficial para salir adelante en medio de la crisis.
El gobierno de Duterte tiene retenidos unos 4 mil millones de dólares. Al mandatario le fueron otorgados “poderes especiales” por el Congreso para distribuir estos fondos entre los 18 millones de familias más desfavorecidas, que aún no reciben ni un centavo.
El discurso de Rodrigo Duterte no ha sentado nada bien en organizaciones que defienden los derechos humanos en Filipinas. En redes sociales con el hashtag #OustDuterte han comenzado a circular las denuncias.
Un portavoz del grupo de derechos humanos Karapatan declaró a medios de prensa: “Estamos seriamente alarmados de las palabras del presidente, que se traducirán en formas peores y más brutales de violaciones de los derechos humanos, represión y violencia estatal en los próximos días”.
Fue precisamente en Filipinas donde moría la primera persona por coronavirus fuera de China. Ocurría hace exactamente dos meses: el pasado 1 de febrero. Era un hombre de 44 años, de nacionalidad china, que ingresaba en el Hospital San Lázaro de Manila el 25 de enero.
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