Para evitar engordar en estos días de aislamiento, debemos ser disciplinados e intentar desayunar, almorzar y comer a la misma hora
En estos días en que debido a la pandemia de coronavirus, muchos permanecen en casa en confinamiento, es esencial para no engordar evitar los desfases horarios entre comidas. Así lo recomiendan los especialistas.
María Izquierdo-Pulido, catedrática del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimentación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, y María Fernanda Zeron Rugerio, investigadora en ese mismo departamento, lideraron un estudio que fue recientemente publicado en la revista Nutrients. Demostraban que “la diferencia en los horarios de las comidas entre los días laborables y los festivos, a la que hemos denominado “eating jet lag” (“jet lag alimentario“), se relaciona directamente con la obesidad”.
Lo más natural es que el aislamiento provoque deseos que parecen incontrolables de estar todo el tiempo mirando la nevera para llevarnos cualquier cosa a la boca. Pero ojo, es imprescindible para no engordar un control estricto en los horarios, porque esta situación es excepcional.
El reloj biológico es real y rige el funcionamiento del organismo humano. Cuando es de día comemos y digerimos fácilmente los alimentos; al llegar la noche, el cuerpo se prepara para dormir. En estos días de cuarentena, sabemos que los días se hacen eternos, pero para no engordar necesitamos ser disciplinados. Además de nutrirnos lo más sano posible, evitemos las grandes comilonas.
El trabajo de las investigadoras de la Universidad de Barcelona precisa que con un desfase en las comidas de más de tres horas y media, a la larga podríamos subir hasta cuatro kilos de peso. “Sucede aunque comamos lo mismo, porque es la irregularidad lo que nos hace engordar y no las calorías”, puntualizan.
En estos tiempos de cuarentena por el coronavirus, mejor establecer ciertas rutinas que nos hagan despertar a la misma hora; más o menos desayunar, almorzar y comer a la misma hora; y elaborar menús para toda la familia lo más balanceados posible. Tu cuerpo lo agradecerá cuando todos estos días de aislamiento lleguen a su fin.
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