El jabón, algo tan cotidiano como eso, es el peor enemigo del coronavirus. Así lo asegura un profesor de Química de una Universidad en Australia.
Un profesor de química en la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, identificado como Palli Thordarson, ha explicado a través de su cuenta de Twitter por qué el jabón es el peor enemigo del coronavirus.
Esto, que muchos desconocen, pudiera salvarle la vida a miles de personas ahora mismo; personas que no están acostumbradas a lavarse las manos, ni siquiera a la hora de ingerir un alimento y que se exponen sin saberlo, o de manera temeraria a cientos de enfermedades. Entre ellas, el coronavirus
¿Cómo actúa el jabón para evitar el contagio de coronavirus? Thordarson explica que la mejor opción para enfrentar al virus es el jabón.
Su análisis se basa en el hecho de que el material genético (ARN) del coronavirus está compuesto por unas proteínas que poseen una envoltura de grasa, que las protege. El jabón, dice Thordason, disuelve esa membrana grasa, dejando al virus desprotegido, imposibilitado de agarrarse de las células humanas y perece.
1/25 Part 1 – Why does soap work so well on the SARS-CoV-2, the coronavirus and indeed most viruses? Because it is a self-assembled nanoparticle in which the weakest link is the lipid (fatty) bilayer. A two part thread about soap, viruses and supramolecular chemistry #COVID19 pic.twitter.com/OCwqPjO5Ht
— Palli Thordarson (@PalliThordarson) March 8, 2020
28/39 Soapy water is totally different. Soap contains fat-like substances knowns as amphiphiles, some structurally very similar to the lipids in the virus membrane. The soap molecules “compete” with the lipids in the virus membrane. pic.twitter.com/roMbcOnDr2
— Palli Thordarson (@PalliThordarson) March 8, 2020
“Se derrumba como un castillo de naipes y muere”, ha dicho Thordason, al hablar del modo en que este se inactiva con el jabón, a diferencia de otros virus que pueden no estar vivos, fuera del cuerpo humano, pero permanecer activos. Se cree que el coronavirus puede mantenerse activo en superficies durante horas, posiblemente hasta un día, pero la humedad, la luz del sol y el calor hacen que el virus sea menos estable.
“Muchos productos antibacterianos son básicamente una versión costosa del jabón en términos de cómo actúan sobre los virus. El jabón es lo mejor, pero las toallitas con alcohol son buenas cuando el jabón no es práctico, por ejemplo en la recepción de una oficina”. Eso sí, asegura que para que los desinfectantes sean efectivos deberían tener una concentración de alcohol de “más de un 60% de alcohol para obtener una rápida disolución del virus”, continuó explicando el experto a través de su cuenta de Twitter.
“La piel es una superficie ideal para un virus puesto que es ‘orgánico’ y las proteínas y los ácidos grasos en las células muertas de la superficie interactúan con el virus a través de enlaces de hidrógeno y las interacciones hidrofílicas similares a la grasa”, afirma Thordarson. Por ello, se puede transmitir a otra persona si aún sigue en la piel o a uno mismo tocándose la nariz, los ojos o la boca.
Una de las claves es frotarse bien las manos. El jabón por sí solo no actúa de manera eficaz si no hay un buen frotamiento, ya que “la piel es bastante áspera y arrugada y necesita una gran cantidad de frotamiento y remojo” para asegurarnos de que el jabón penetre.
¿Qué les parece?
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