Ni la cercanía con los ministerios de Relaciones Exteriores y de Turismo ha impedido que la fuente del Estadio José Martí sea un auténtico basurero

En el Vedado capitalino, justo en la intercepción de las calles Malecón y la Avenida de los Presidentes se encuentra el Estadio José Martí. Esta instalación deportiva, hoy en reparación por segunda ocasión luego de varios años abandonada, presenta a un costado un muro de color azul de aproximadamente 150 metros de largo que guarda una fuente de agua, con el aparente objetivo de dar belleza al panorama ya bastante deprimente.

Actualmente, la fuente del Estadio José Martí se ha convertido en un basurero. “No siempre tiene agua, por tanto amanece llena de jabas, escombros, ramas y de todo tipo de desecho. Luego, vuelven a bombear el líquido y no recogen los bultos y se va acumulando la basura por las esquinas”, explica Humberto, un vecino del lugar.

La basura se acumula en la fuente del Estadio José Martí

Dania, una joven que cada tarde va a correr al Martí, también nos cuenta que la fuente ha pasado de ser un lugar de reunión a un simple adorno “donde ya nadie quiere acercarse” por la podredumbre que la rodea.

“El agua suelta un olor desagradable, corren trozos de nailon, las esquinas y el fondo son negros de la suciedad y en las partes menos llenas hay mosquitos. En fin, lo han dejado convertirse en un foco infeccioso, que solo atenta contra la salud de quienes vivimos cerca en vez de ser un espacio para recrearse”, afirma.

Una de las cuestiones que más llama la atención a muchos es la cercanía del Estadio José Martí con los ministerios de Relaciones Exteriores y de Turismo del gobierno, que pudieran tomar alguna acción frente a esto y no lo hacen.

“¿Acaso no ven lo que tienen en frente? Es imposible no percatarse de lo que sucede, a ellos también les afecta. En los alrededores juegan niños que muchas veces llevan sus manos hacia el agua o la utilizan para hacer competir sus barcos de juguete. Si es una fuente, lo mínimo fuese que estuviera limpia”, reclama Gladys, una jubilada residente en la calle 3era y F.

Fondo sucio de la fuente

“Ya de basureros estamos rodeados por doquier. Deberían aprovechar que están reparando nuevamente el estadio y solucionar este problema antes que sea irreversible”, declara Mario Luis, joven que asegura venir a diario a conectarse en la Wi-fi ubicada a al lado de la fuente. “He visto paso a paso el deterioro de esa construcción hidráulica que debiera darle belleza a la ciudad”, concluye.

Las instalaciones públicas cada día importan menos al gobierno. “Luego se hartan de querer cumplir con el saneamiento de la ciudad”, comenta Guillermo, de 38 años.

Texto y fotos: Vladia Rosa García


 

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