Como resultado, “la plaza fue cerrada”, dijo desde Cienfuegos la fiel Liz González. Los únicos cuatro trabjadores que quedaron fueron reubicados
La “lucha” en Cienfuegos por conseguir alimentos en “Batalla Campal” contra acaparadores y revendores ha llevado a las autoridades del territorio a “estrechar” lazos con la población, y con tal objetivo en la mira, un grupo de inspectores se presentó en la famosa “Plaza de los Guajiros”, sita en la Calle Santa Cruz y D´Clouet para constatar cómo varios trabajadores del lugar habían decidido alterar los precios de algunos alimentos.
Esto, que evidentemente constituye una irregularidad “nacional”, toda vez que en el país se ha decretado un tope de precios en los alimentos y una guerra sin cuartel contra quienes lucran con el bolsillo del pueblo trabajador, sirvió de base para que se sancionara a varios trabajadores del lugar, luego de quedar probadas las múltiples irregularidades en las que estos incurrieron.
Entre las medidas tomadas están: separación definitiva o temporal del cargo.
En total fueron 16 los trabajadores sancionados. De acuerdo con el testimonio aportado por el periódico 5 de Septiembre, estas violaciones venían cometiéndose desde octubre hasta la fecha.
El diario explica que los inspectores pertenecen al Grupo de Enfrentamiento Provincial de Cienfuegos.
Entre las violaciones cometidas y detectadas estaban las llamadas “clásicas”: cobro distinto al que se anuncia en la tablilla. La clásica “multa” que no es otra cosa que un robo.
Una mujer que fue entrevistada por el diario explicó lo siguiente:
“La mazorca de maíz, cuya libra debe venderse a un peso con cincuenta centavos, está a tres pesos; la berenjena, que ha ser a tres pesos la libra, pues la cobra a diez pesos, y una piña en 15. Una cosa es la tablilla y otra bien diferente es la realidad”. Otro dijo que “no hay bolsillo que aguante de esa manera”, al recordar como tuvo que pagar por una libra de tomates ( esto es 3 tomates) 20 pesos cubanos.
Un reportaje divulgado el pasado sábado puso en vista de todos – al parecer los inspectores en Cienfuegos no estaban haciendo su trabajo – estas y otras anomalías. Según el reportaje “se pusieron señuelos” para tener certeza de las constantes denuncias de la población. Luego, con elementos en la mano, salieron a la plaza inspectores, policías y “testigos” para coger a los infractores con las manos en la masa.
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El caso más escandaloso fue el de la berenjena. Según la declaración jurada la berenjena se debía ofertar a $3.60 la libra, y la vendían a $20 pesos.
Tal y como reconoció una de las inspectoras de la Dirección Integral de Supervisión (DIS), algunos de esos trabajadores ya habían sido sancionadon con anterioridad por similares motivos.
Como resultado de lo sucedido “la plaza fue cerrada”, dijo desde Cienfuegos la fiel Liz González. A las alteraciones en los precios se sumó un problema con la salubridad y la higiene en el lugar.
“Supuestamente la cerraron para arreglarla, pero fue por todo eso. Los 4 vendedores que quedaron los pasaron para el mercado de la calle Industria,” explicó la siempre dispuesta e informada Liz.
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