¿Productos de aseo por la libreta? Así lo sugiere el oficialista Periódico 26. Buscamos los testimonios de la calle

La crisis con los productos de aseo cada vez arrecia más en Cuba. Se hacen habituales las colas en las ferreterías, las discusiones en las afueras de las tiendas y el acaparamiento por miedo a que “mañana no vuelvan a sacar”. Los primeros indicios de esta situación comenzaron a manifestarse en septiembre pero nadie pensó que fuera a extenderse durante tanto tiempo. Ahora un diario oficialista recomienda como posible solución entregar el aseo por la libreta.

¿Es lo ideal para remediar el problema? En estos momentos, el déficit es tanto que algunos creen que ni siquiera regulando las cantidades destinadas por persona se logre que toda la población alcance jabón o detergente.

María de los Ángeles tiene una nieta pequeña, de pocos meses de nacida y asegura que su “lucha” ahora es salir a comprar con qué lavar los pañales. “He pagado cualquier precio. He ido a otros municipios porque me han avisado el día antes que van a sacar y para allá voy desde las cinco de la mañana, para ser de las primeras”.

Un artículo del Periódico 26, de Las Tunas, hace ahora su peculiar análisis de esta crisis con los productos de aseo. “Opiniones sobre estos temas sobrevuelan el imaginario popular. Muchos piden que los productos de aseo los comercialicen en las bodegas. Así se evita que sean los mismos usuarios quienes compren -y revendan después-, pues los horarios de expendio no favorecen siempre a los trabajadores. Otros, que se cumpla lo anunciado de anotarlos en la libreta de abastecimiento y hasta algunos recuerdan la Crisis de Octubre en la década del 60 y alegan repartirlos por los CDR, cuadra a cuadra“.

Acerca de esta sugerencia del diario oficialista de Las Tunas, Silvia, de 53 años, considera: “Al menos por la libreta alcanzamos todos. Últimamente pasas medio día en la fila y cuando te corresponde ya se acabó lo que vendían. Toca volver a casa con una mano delante y la otra atrás. En la jornada siguiente repites la misma rutina porque no puedes seguir cogiendo el champú para fregar los platos en sustitución del detergente líquido”.

Rita también apuesta por los productos normados, “es una reserva, como la garantía de tenerlo en el momento que más lo necesites”. Afirma que como se vive con el miedo de no saber si habrá mañana, “prefiero tenerlo guardado en la bodega con seguridad de que nadie se lo llevará o comprará”.

Son muchas las inconformidades. “¿Hasta cuándo?”, se cuestiona Héctor Luis. “Si lo ponen en la libreta seguro te lo quitan de las tiendas. O te dan dos para que cuatro personas se bañen en un mes. Como mismo hacen con las salchichas. Yo no quiero eso. Trabajo y quiero ir a comprarme los que quiera, no racionalizado”.

Esta situación ha hecho que muchos recuerden los años 90 y aquel horrendo Período Especial. “Dentro de poco volvemos a utilizar las plantas para blanquear la ropa”, dice Augusto rememorando aquellos tiempos cuando, como ahora, no había de nada y se usaba de todo para hacer espuma.

La población se queja en vista de que no se plantea ninguna medida efectiva. Los directivos del Ministerio de Comercio Interior desde inicios de mes justificaron los inconvenientes con “las limitaciones financieras del país, asociadas al recrudecimiento del criminal bloqueo económico” y dirigieron su atención a los “alimentos, el combustible y los medicamentos”. Artículos de primera necesidad que hoy también escasean.

Vladia Rosa García


 

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