“Acciones inmediatas para que la situación actual no se agudice”. Es la recomendación de un ingeniero sobre el puente de Jatibonico, tras estudios
“El puente sobre el río Jatibonico del Sur, ubicado en el kilómetro 416 de la Carretera Central, precisa de acciones impostergables de reparación”, según el periódico oficialista Granma.
El pasado viernes 21 de febrero, un post con video en la cuenta oficial de Facebook de Radio Sancti Spíritus confirmaba un tanto los rumores sobre el deplorable estado del puente de hierro de Jatibonico: “Las pruebas diagnósticas para determinar el grado de deterioro del Puente de Hierro sobre el Río Jatibonico del Sur deben extenderse en el tiempo confirman los especialista de la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas de varias provincias cubanas“.
En el artículo de Granma se dice que el puente de Jatibonico “no se encuentra abocado a una falla inminente”. Guillermo González Hernández, especialista principal en Topografía de la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas, ha preferido enumerar los culpables del avanzado estado de deterioro: el paso del tiempo, la falta de mantenimiento, los daños que han sufrido las estructuras metálicas y la indisciplina de la población.
A inicios de febrero, el periódico Escambray, de Sancti Spíritus, publicaba que las autoridades se habían visto obligadas a regular el tráfico por el puente de Jatibonico. Arlet Castro, director del Centro Provincial de Vialidad, añadía: “No es que el puente vaya a colapsar de inmediato, pero sí tiene problemas en los cierres metálicos debajo de la losa, también vigas partidas en las estructuras metálicas por impactos de vehículos que sobrepasan la altura permitida, por lo que se está previendo alargar su vida útil con la intención de poderlo reparar”.
En estos últimos estudios de la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas, según la versión de Granma, se hizo evidente el movimiento de las vigas principales del puente de Jatibonico, una obra de 77 metros de longitud y con casi cien años de explotación.
Ante tales pruebas, el ingeniero Yosbani Gómez del Valle recomienda “acciones inmediatas para que la situación actual no se agudice”. Tras los análisis de los elementos de hormigón y metálicos del puente, y la alta corrosión, queda claro que este ya no se comporta como un elemento rígido y monolítico, de ahí la oscilación”.
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