Los acreedores del llamado Club de París han comenzado a impacientarse ante los impagos de Cuba. En febrero Cuba debió pagar entre 32 y 33 millones de dólares.
Los acreedores del llamado Club de París han comenzado a impacientarse ante los impagos de Cuba. Desde la semana pasada la noticia ha estado circulando entre bambalinas y ahora, desde el Club de París llegan quejas, entre las que resaltan comentarios como estos:
— “No hay un plan, hay una falta de credibilidad”
— “Tienen que proponer un calendario preciso”.
— “Lo está pasando mal. No tienen liquidez”.
Lo cierto es que desde enero de este año, Ricardo Cabrisas había comunicado a la directora del Club de París sobre la posibilidad real de que Cuba incumpliera con los plazos de pago de su deuda contraída.
Son entre 32 y 33 millones, del total de 82 millones de dólares que debe, según fuentes diplomáticas a las que tuvo acceso la Agencia France Press. Una abultada deuda para la isla que debía reembolsar a sus acreedores del Club de París pero que, al parecer, no podrá hacer efectiva hasta el mes de mayo.
“Dijeron que iban a pagar sus deudas. No hay un plan, hay una falta de credibilidad”, dijo un diplomático a la agencia.
“Tienen que proponer un calendario preciso”, dijo a AFP un embajador que admitió que en la isla “lo está pasando mal. No tienen liquidez”.
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Parte de la esperanza de que Cuba volviera a tener acceso a acreedores internacionales partió del hecho protagonizado en diciembre de 2014 entre los gobiernos de Cuba y de EE.UU. Unos meses después, en el 2015, “el Club de París, formado por 14 países, perdonó a Cuba 8.500 millones de dólares de los 11.000 millones que tenía de deuda. El resto se reestructuró en pagos hasta 2033 y a proyectos de inversiones en la Isla,” señala el portal 14ymedio.
14ymedio apunta que Cuba, que había entrado en suspensión de pagos, en 1986, vio “el acceso a los mercados internacionales quedó cerrado hasta que, en 2010 le condonaron la deuda pendiente China, a la que debía 6.000 millones de dólares: México, 400 millones de dólares y, finalmente Rusia, su mayor acreedor con unos 35.000 millones de dólares.”
Parecía entonces, en diciembre del 2014 y tras la visita de Barack Obama a Cuba, que la tirantez entre ambos países era cuestión de un par de años; que al llamado “bloqueo” le quedaban meses, pero nada de eso sucedió.
Por el contrario, tras la salida de los demócratas de la Casa Blanca en el 2017, los republicanos de la mano de Donald Trump apretaron las tuercas contra el gobierno de La Habana. En cuestión de meses la isla perdió acceso al dinero de los llamados “viajes a la isla” en cruceros, y en aerolíneas regulares al interior del país. Tan solo en el 2019 el turismo decayó en un 9%.
Finalizaron además las misiones médicas en países como Brasil, Ecuador y Bolivia, de las cuales el gobierno cubano obtenía una buena tajada a costilla del trabajo de sus profesionales de la salud.
14ymedio recoge que la isla le debe a España unos 300 millones de dólares. Los intercambios con Europa fueron, en el 2018, por valor de 3.470 millones de dólares. Dentro de este complejo panorama, según las últimas cifras oficiales, la deuda externa cubana ha aumentado un 53% entre 2013 y 2016, y llega ya a los 18.200 millones de dólares.