Muchos habaneros están llegando a la consulta de Dermatología del Hospital Salvador Allende con síntomas de escabiosis
La Habana se atiborra de basura, aguas negras, mal olor, infecciones… La suciedad convive con los capitalinos y la situación se hace cada vez más grave para la salud. Por estos meses ha decaído la epidemia de dengue que cada año nos invade pues las temperaturas se vuelven menos cálidas y el Aedes aegypti no tiene condiciones óptimas para reproducirse y causar estragos. Sin embargo, otra enfermedad está invadiendo a La Habana: la escabiosis.
Es jueves por la mañana y la consulta de Dermatología del Hospital Salvador Allende o La Covadonga, como se conoce, está atiborrada de pacientes. Hay muchachos jóvenes, adultos mayores, estudiantes y hasta niños. Son de variadas edades, hay hembras y varones, y todos con un mismo padecimiento: tienen escabiosis.
La doctora Sonia, especialista en Dermatología, explica que por estos meses la sarna o escabiosis está siendo un motivo frecuente de consulta. Es una infección ectoparasitaria producida por el ácaro Sarcoptes Escabiei y que se manifiesta a modo de erupción cutánea con picor intenso, sobre todo por la noche y en las primeras horas de la mañana.
Se puede presentar a cualquier edad y en cualquier estrato social aunque es más frecuente en población que vive hacinada y sigue escasas prácticas higiénicas. Cualquier persona puede contagiarse, ya que se trasmite por contacto íntimo (piel con piel) con otro sujeto infectado y por contacto sexual.
Hoy en esta Habana, de condiciones higiénicas funestas, los infectados por escabiosis suman miles, dice la doctora. Todos los días llega mucha gente a la consulta aquejada de picazón y erupción. Hay brotes en escuelas primarias, hospitales psiquiátricos y en cuanto lugar nos podamos imaginar.
Podemos ir en una guagua, en un taxi, sentarnos en un cine… Cualquier sitio es factible para infectarse, especifica la dermatóloga.
Es muy fácil el contagio y muy difícil de curar si no se cumplen con medidas higiénicas estrictas, además de que los medicamentos que se necesitan están escasos, asevera la doctora. “He tenido que decirles a los pacientes que se bañen con agua de hojas de guayaba o manzanilla. Eso no cura la enfermedad, pero alivia la picazón”, se lamenta.
La limpieza y el tratamiento tienen que ser estrictos tanto para la persona afectada como para los que conviven en su entorno aunque no presenten síntomas en ese momento, pues podrían actuar como reservorio de la reinfección. La ropa y enseres de cama utilizados durante el tratamiento deben lavarse con agua caliente y no volver a utilizarse hasta pasados al menos cinco días.
Medicamentos e higiene que no existen
En la farmacia de Calzada del Cerro y Auditor hay cola desde las cinco de la mañana, según cuenta a esta periodista una señora de unos 65 años. Hoy es jueves, el día que “sacan medicamentos”, y desde horas muy tempranas las personas hacen cola para ver si alcanzan las medicinas que necesitan.
Le pregunto si sabe si hay Permetrina en crema al cinco por ciento, o Benzoato de Bencilo, los medicamentos que se usan para combatir la escabiosis. Un señor que nos escucha, interrumpe y me aclara que es posible que hoy saquen.
“La semana pasada no trajeron o quizás eran muy pocos tubos y las dependientas se quedaron con ellos. Por eso vine hoy desde las 5:30 de la mañana a marcar porque necesito al menos dos o tres tubos de Permetrina. Tengo las recetas, me las dan en el Hospital Psiquiátrico porque mi hermano lleva años recluido ahí y las epidemias de sarna son muy comunes. Ahora mismo más de la mitad de los pacientes están infectados. Y claro, ahí tampoco hay nada para eso”, me refiere de una sola vez y con marcada preocupación.
Alejandro, cocinero de la Escuela Nacional de Gimnasia ubicada en el municipio Arroyo Naranjo y que alberga a cientos de muchachos de todo el país, manifiesta a Cubacomenta que la epidemia llegó a esa institución para quedarse: “No hay medicinas, pero tampoco existen las condiciones para la adecuada limpieza. Se necesita hervir sábanas, toallas y ropa en general de todos los muchachos, y eso no es posible. Las autoridades del INDER están haciendo gestiones para conseguir las medicinas y que no falten, pero hasta ahora lo que se tiene es poco. La única solución que han encontrado es aislar a los estudiantes enfermos del resto del grupo y los que viven cerca de La Habana, los mandan para sus casas”.
En Revolico, donde los cubanos sí podemos encontrar casi todo lo que necesitamos, también hay medicinas para tratar la escabiosis. La Permetrina se vende por 15 CUC el tubo, y el Benzoato de Bencilo a 10 CUC.
Además se expende una pastilla, Ivermectina de seis milígramos, que se administra en dosis única según el peso del paciente. Se puede usar para el tratamiento de la sarna y de los piojos —infección recurrente sobre todo en las aulas de la educación primaria— y no tiene efectos adversos frecuentes. Se venden por 15 CUC las dos tabletas… El mercado y el producto existe, pero a costos nada accesibles para la mayoría de los cubanos.
Mientras, ni la prensa oficial de Cuba ni las autoridades del Ministerio de Salud hacen alusión alguna a esta epidemia de escabiosis.
Flavia Viamontes