No sin razón y con mucho temor los críticos advierten que una nominación de Bernie Sanders allanará el camino para la reelección del presidente Trump y potencialmente perjudicará las posibilidades de los demócratas de mantener la mayoría en la Cámara o tomar la mayoría en el Senado.
Sin embargo, con todos estos “truenos”, no parece -al menos por el momento y según lo visto- que nadie pueda detener a Sanders entre los aspirantes demócratas tras dos triunfos y un empate previos al llamado Súper Martes.
Bernie Sanders ganó en Nevada y se perfila como “el candidato” entre los demócratas, una noticia que a no pocos republicanos alegra pues consideran que Trump aplastará sus ideas socialistas en tres rounds, o quizás por nocaut en el mismo primer asalto.
Sin embargo, a pesar del triunfo, no pocos analistas hayan erróneo el hecho de haber defendido el socialismo de Castro, lo cual, al menos en la Florida no le garantizará éxito alguno aunque claro, todavía faltan otros estados… y algunos meses.
A pesar de eso, téngase en cuenta el siguiente dato: el senador Bernie Sanders recibió una ola de apoyo de votantes jóvenes, votantes liberales y latinos válidos para obtener el 47 por ciento de los votos, con Biden en segundo lugar con el 20 por ciento. Eso es, sin dudas, un victoria aplastante; pero claro, en Nevada. ¿Podrá derrotar a Biden en Carolina del Sur?
Las encuestas indican que tras este triunfo tiene la posibilidad de ganar las primarias de Carolina del Sur este sábado. RealClearPolitics da una carrera muy apretada entre los dos. Biden sigue a la cabeza con el 24.5 por ciento de los votos, pero Sanders le pisa los talones con el 21.5 por ciento.
Si Sanders triunfase en Carolina del Sur, marcaría al menos un barrido de tres estados antes de llegar al llamado Súper Martes, 3 de marzo de 2020, cuando estados como Alabama, Arkansas, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah, Vermont y Virginia celebrarán sus primarias presidenciales. Ahí, un total de 1.617 delegados podrían ser otorgados a los candidatos.
Sin dudas, que Sanders gane en Carolina del Sur previo al Súper Martes, no es lo que quieren que suceda los miembros del establishment demócrata. Un triunfo allí lo haría imparable, luego de ganar New Hampshire y Nevada, y terminar virtualmente empatado con Pete Buttigieg en Iowa. En este último, Sanders ganó el voto popular, pero el recuento de delegados nacionales todavía favorece a Buttigieg en ese concurso. Ahora se volverán a contar las tarjetas de preferencias presidenciales para 23 recintos electorales y Sanders pudiera resultar el ganador ahí también.
Sin embargo su gran victoria ocurrió ahora, en el caucus de Nevada. Aplastó a Biden por márgenes de dos dígitos y eso fortaleció su estatus como el favorito en el concurrido campo primario demócrata.
El problema ahora mismo se canaliza de la siguiente manera. Bloomberg, por más dinero que ponga a la campaña -está “bombardeando” la TV y Youtube con anuncios- tiene en su contra un pasado como alcalde en Nueva York que no parece convencer a los votantes afrodescendientes de una ciudad que es el alma de la nación. Biden, a pesar de su excelente desempeño como vicepresidente bajo la tutela de Obama, no parece despegar; y Warren, tampoco.
Ahora bien, otra cosa es que Sanders con todo ese impulso sea “el candidato” de los demócratas. De hecho, las alarmas se han disparado y no solo por hablar bien de Fidel Castro.
Ese hecho solo dio más gasolina dentro de su partido. No sin razón y con mucho temor los críticos advierten que una nominación suya allanará el camino para la reelección del presidente Trump y potencialmente perjudicará las posibilidades de los demócratas de mantener la mayoría en la Cámara o tomar la mayoría en el Senado; pero con todos estos “truenos”, no parece -al menos por el momento y según lo visto- que nadie pueda detener a Sanders. El veterano político sacó ventaja de la escaramuza que le tendieron en días pasados a Bloomberg y si logra sumar ese voto indeciso, el de aquellos votantes que nunca van a votar, habrá contienda, aunque pierda la Florida de una punta a la otra, aun cuando sus propios compañeros de Partido no lo tengan del todo claro.
Tampoco los republicanos en el 2016 querían a Trump, no desde un inicio; pero a medida que Mr. President fue avanzando a todos les quedó claro que malo o bueno, era el chico que iría a las urnas representando al Partido del elefante.
¿Será Sanders el representante de los burros este 2020?
We just won the Nevada caucus. This grassroots movement is unstoppable. Together, let's win the Democratic nomination, defeat Trump and transform the country! Join us live in San Antonio: https://t.co/XB1Ua14x8m
— Bernie Sanders (@BernieSanders) February 23, 2020
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