Un centro de estudio dedicado al pensamiento de Fidel Castro se levanta en el Vedado. En medio de la crisis, muchos recursos se destinan a “mansiones para adoctrinar”

En una manzana entera, desde la calle A hasta las inmediaciones de Paseo entre 11 y 13, se construye un centro de estudio dedicado al pensamiento de Fidel Castro. Toneladas de materiales y equipos modernos se destinarán entonces a estas “mansiones para adoctrinar”.

La creación del centro “fidelista” comenzó desde febrero de 2018 y se esperaba su inauguración para finales del pasado año, pero las labores no se culminaron a tiempo. “La institución será de carácter político y público”, así lo refirió hace dos años el jefe de la Oficina de Preservación del Patrimonio Documental, Alberto Alvariño. Con tantos empeños, pareciera que como si fuese esta obra la solución a los verdaderos problemas del país.

“Se pusieron a reparar mansiones viejas y otras las demolieron. En vez de dárselas a las personas que viven por ahí, en cuarterías y solares. Para responder a las demandas del pueblo nunca hay ni cemento, ni gravilla o pintura, pero para los caprichos de los dirigentes aparecen las cosas de la nada”, reclama un vecino de la zona viendo como van las obras de las “mansiones para adoctrinar”.

Hasta el lugar está bien escogido. Levantan una súper edificación en uno de los pocos barrios “residenciales” que se mantienen en La Habana. Rodeado de casas de dos plantas de estilo colonial, sedes diplomáticas e importantes compañías de inversión extranjera. Cualquiera que ande por la zona no pensaría que en Cuba existe ningún problema de infraestructura.

“Han puesto todo su empeño en eso. Tal parece que custodian un tesoro, en cada esquina hay una garita, cámaras de vigilancia y anuncios con las prohibiciones. En mi vida había visto tanto control en una obra constructiva. ¿A qué le temen?”, se pregunta una señora que suele hacer ejercicio cerca de allí.

El paso por los laterales de estas “mansiones para adoctrinar” está restringido. Para el tráfico de personas dejaron una brecha en la acera rodeada de contenedores llenos de utensilios, igualmente resguardados por el personal de seguridad. Un derroche de las posibilidades constructivas, fuerza de trabajo responsable y la disponibilidad de cualquier material para culminar las labores. Al mismo tiempo que las demandas ciudadanas no pueden ser resueltas, y aunque pudieran atenderse nunca llamarían tanto la atención del gobierno como lo hace la política o la ideología nacional.

Mientras, zonas de la capital se caen a pedazos. La Habana está llena de familias que después de un año del tornado todavía no son atendidas y viven en pésimas condiciones; o peor aún, hogares afectados desde el paso del huracán Irma en 2017, que esperan un módulo para reemplazar todos los artículos que les llevó el mar cuando entró por sus puertas.

¿En qué se destina el presupuesto del Estado? Los dirigentes aseguran que en acciones que cubran las necesidades básicas del pueblo, como por ejemplo la construcción de viviendas. Para el 2020, según el gobernante Miguel Díaz-Canel, se tiene prevista la culminación de más de 41 mil casas, aunque la propia prensa oficialista aclara que hasta el momento existe un atraso en el plan.

Texto y fotos: Vladia Rosa García


 

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