No habla nunca el NTV de homicidios en Cuba. Sorprende lo sucedido tras la muerte del único hijo de diplomática cubana

El asesinato de un joven habanero en la madrugada del pasado 14 de febrero no hubiera ocasionado tanto revuelo popular si el Noticiero Nacional de Televisión (NTV) no hubiese hecho algo inédito: leer una nota del Ministerio del Interior donde se anunciaba que ya habían sido encontrados los culpables de la muerte. Desde ese momento no fueron pocos quienes comenzaron a husmear en las particularidades del suceso. No tardaron en constatar que la víctima era hijo de la diplomática Lydia Margarita González.

Desde ese momento no fueron pocos quienes comenzaron a husmear en las particularidades del suceso. No tardaron en constatar que la víctima del homicidio del que hablaba el NTV era el único hijo de la embajadora de Cuba en Panamá, Lydia Margarita González.

Además del morbo que siempre acompaña a estos casos y la curiosidad de la gente acerca de los detalles del crimen, lo que más ha comentado la población es el extraño comportamiento de los medios oficialistas y la explícita deferencia que los órganos policiales y de justicia han tenido hacia este caso.

“Tenía que ser hijo de un pez gordo, siempre lo imaginé. Tú sabes cuánta gente han matado en esta Habana, cuántas madres han apuñalado delante de sus hijos, cuántos jóvenes han sido asesinados para robarles solo un teléfono. En lo que tengo de vida no recuerdo que se haya dicho por la televisión, y mucho menos, que se hallaran a los culpables en solo 48 horas”, dice Pablo Millán al referirse a la muerte del hijo de la diplomática Lydia Margarita González.

La ausencia de una prensa amarillista en el archipiélago ha justificado que ningún suceso de este tipo sea publicado. Últimamente solo las redes sociales han sido portavoces de lamentables episodios que ponen en duda si es Cuba realmente el país seguro del que se enorgullecen las autoridades y organismos oficiales.

“Cuba no es seguro ni para los hijos de los diplomáticos. Parece ser que lo único que sí está garantizado para ellos es el tratamiento diferenciado en caso de que ocurra lo peor”, añade Emilio Sarmiento.

Hace poco más de un mes una madre desesperada reclamaba en las redes sociales justicia para su hijo Andy García Valdés, quien fue cruelmente asesinado en el capitalino Reparto Flores. En ningún otro lugar, más allá de las publicaciones de sus allegados en Facebook y de los medios alternativos, se hizo alusión a la historia de este muchacho de 25 años.

“Creo que todos los casos debieran ser tratados por igual y no priorizar en dependencia de la familia o el sector social al que pertenezca. A la hora de llorar y de morir, no existen distinciones”, agrega Mareilis Cruz.

Para Julio Tablada, “solo resta esperar que la sanción dictaminada a los maleantes que acabaron con la vida del joven asesinado el 14 de febrero no esté mediada también por la procedencia de la víctima. Aun no le encuentro sentido a que eso haya sido comunicado en un noticiero estelar. Fue un acto de formalidad, no me atrevería a llamarlo ni siquiera de protocolo. No se pronunció nombre alguno. Fue todo muy ridículo, la verdad”.

En lo que va de año la prensa oficialista se ha referido a tres acontecimientos que implican arresto o actos criminales; el primero la detención de los llamados “clandestinos”, autores de las acciones vandálicas contra bustos de José Martí; la violación de la niña en Santiago en Cuba y la muerte del joven hijo de la diplomática Lydia Margarita González.

“Si te fijas, las tres publicaciones han tenido un objetivo estratégico y han estado manipuladas de acuerdo a los intereses del sistema”, explica Rosa Guillén. “La primera fue para culpar a los Estados Unidos, ejemplarizar y revindicar la moral de la isla, supuestamente dañada con las agresiones a Martí. En cuanto al caso de la pequeña violada, no hubo otro remedio, teniendo en cuenta que la noticia se difundió a la velocidad de la luz gracias a la red de redes y que, incluso, en Santiago de Cuba se efectuó un panel informativo sobre el tema, en el que se rectificó que bajo ningún concepto se trataba de enfrentamiento entre el pueblo y la policía. Y por otra parte, el tema del muchacho apuñalado la madrugada del 14 de febrero fue un parche sin sentido, un quedar bien que no pudo resultar más inapropiado. Pero bueno, recordando un poema, las cosas difieren mucho cuando muere el hijo del rey a cuando muere el del pastor”.

Lucía Jerez


 

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