El inmigrante cubano René Lima-Marín demanda al Grupo GEO, una empresa con sede en la Florida que administra centro de detención de ICE en Colorado.
No pocos conocen a René Lima-Marín, el inmigrante cubano cuyo caso se hizo célebre recientemente por ganar un caso ante las cortes norteamericanas que conmovió a toda la prensa de los Estados Unidos.
Lima-Marín fue a la cárcel en el año 2000 por robar dos tiendas, junto a su cómplice Michael Clifton. Una inusual condena de 98 años de prisión le esperaba pero, debido a un error administrativo, fue liberado ocho años después.
Permaneció en libertad durante seis años, “integrado”; se casó, tuvo un hijo y vivía feliz hasta que en el año 2014 las autoridades detectaron el error, fue detenido y devuelto a prisión; entre los argumentos que le recriminaron estuvo el “no haber denunciado el error” de su liberación.
Dos años después, en el 2016, un juez ordenó su liberación. Sobre Lima-Marín pesaba ya entonces un cargo de deportación, pero el juez que examinó su caso consideró que el cubano había rectificado su conducta y determinó que se le quitara la orden de deportación que pesaba en su contra.
Sin embargo, en un giro trascendental de la historia, el Centro de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) apeló la decisión y a la salida de la cárcel, lo detuvieron otra vez.
Dos años después, en el 2018, Lima Marín fue nuevamente liberado sin cargos de deportación.
Ahora, en el 2020 -esta historia parece que salta así, cada dos años- Lima-Marín, quien llegó a los EE.UU. siendo un niño junto a sus padres en el llamado éxodo del Mariel, demanda al ICE.
De víctima a acusador.
El caso de Lima-Marín es un recordatorio para aquellos que, siendo residentes, deciden no hacerse ciudadanos. Por ser “solo” un residente, es que sobre él pesaba la deportación. Por eso, tal vez, es que sus derechos eran “violentados” sin mucho remordimiento.
Ahora, ya libre, Lima-Marín ha presentado una demanda trascendental.
Su demanda es contra la compañía carcelaria privada que administra el centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) de Aurora, Colorado.
De acuerdo con el diario The Denver Post, que tuvo acceso a una copia de la denuncia del inmigrante cubano, Lima-Marín demanda al personal de la prisión perteneciente al Grupo GEO. Estos no habrían investigado un asalto a un detenido y tampoco, en lo que atañe a Lima-Marín, prestaron la atención médica adecuada a otro. El exprisionero dice que resbaló en la prisión en febrero de 2018. Tras su caída se golpeó la cara contra el borde de acero de un inodoro en su celda, y se rompió múltiples huesos. No fue atendido a tiempo, y ahora los médicos le dijeron que necesitaría una cirugía para evitar el deterioro facial permanente.
No es la primera vez que el Grupo Geo, con sede en Florida, es objeto de críticas por su mal proceder. Ha enfrentado acusaciones de negligencia médica, maltrato, trabajo forzado y una serie de brotes de enfermedades. ¡Todo eso en prisión! Todo eso involucrando reos, a los cuales se les viola sus más elementales derechos.
Como era de esperar, Geo dijo que “la compañía no ha recibido ninguna de las nuevas demandas”, y como era de temer que dirían, rechazó “este tipo de acusaciones” a las cuales calificó como “parte de un esfuerzo continuo y coordinado para socavar las políticas federales de inmigración”.
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