¿Las termoeléctricas que Cuba planea abrir serán la solución a la crisis?
La crisis energética no parece tener fin en Cuba. Vuelven las medidas de ahorro a ser centro en las decisiones del gobierno. Como consecuencia, está planificada para el año en curso la reincorporación de tres unidades termoeléctricas al Sistema Electroenergético Nacional como “fórmula más eficiente” para disminuir el consumo de diésel. Eso sí, no hay precisión alguna en relación a en qué momento del 2020 comenzarán a funcionar.
Con la incorporación de las nuevas termoeléctricas, la isla prevé ahorrar alrededor de 1 millón de dólares cada dos días de operación. Las áreas elegidas para comenzar el proceso son “la unidad seis de la central Máximo Gómez, del Mariel; la uno de la Lidio Ramón Pérez, de Holguín; y la número cinco de la Antonio Maceo, de Santiago de Cuba”, según informó el sitio oficialista Cubadebate.
En el 2019 la producción nacional de electricidad fue de 20.167 GWh, cifra que aunque es superior a la de 2018, no satisface ni por asomo las demandas de la población.
“Vivimos pendiente de la luz, el gas y todo ese tipo de cosas porque un día anuncian que estamos bien y al siguiente las malas noticias no paran de llover. El combustible parece estar destinado a perderse para los cubanos, ya se ha vuelto más importante que cualquier otro producto de primera necesidad”, afirma el habanero Oscar Mario.
Las condiciones actuales de las fábricas encargadas de la generación energética no son las adecuadas debido a la antigüedad de sus maquinarias, la mayoría heredadas de la Unión Soviética. ¿Estas tres termoeléctricas que planea abrir Cuba serán la solución?
“Durante las vacaciones hubo varios apagones planificados para disminuir el consumo eléctrico en los horarios picos. Después fue la coyuntura y hasta los ventiladores de las oficinas te obligaban a apagarlos para ahorrar la mayor cantidad posible”, comenta Sergio, trabajador en una oficina estatal de contabilidad y finanzas.
Ante este panorama, cada vez resulta más complicado para el gobierno cubrir los diversos sectores solo con la producción nacional existente, y hasta el momento las restricciones para la llegada de cargueros de petróleo siguen vigentes en la isla caribeña. Ahora se enfocarán, al parecer, en estas termoeléctricas para sacar a Cuba de la crisis.
“Solo nos bastaron unos meses para volver a las colas en las gasolineras, trabajar menos horas para no gastar tanta corriente y sufrir los reiterados problemas con el transporte que con el tiempo no deja de empeorar”, comenta Luis Antonio, vecino del reparto Víbora.
El sector también espera los resultados de la inversión extranjera que actualmente está al frente de 26 negocios vinculados a la generación eléctrica, las fuentes renovables de energía, la prospección y explotación de petróleo y gas, y la actividad minera. La propia prensa oficialista considera que la inversión extranjera no es mayor debido “al bloqueo económico, comercial y financiero que impone a Cuba el gobierno de Estados Unidos y la activación del Título III de la Ley Helms Burton”. También achacan las dificultades a cuestiones como “lo prolongado y disperso del proceso legal, y la rigidez y lentitud de los servicios bancarios nacionales”.
No obstante, el gobernante cubano Díaz-Canel se muestra muy optimista: “puede ser un año en el que impactemos en la eficiencia de la generación eléctrica en el país”.
Vladia Rosa García
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