Los cartones de huevos, por indicaciones de arriba, deben ser reciclados. Existe el temor de no poder importar este año todos los que requieren las entidades distribuidoras
Para el gobierno cubano es inaceptable desechar los cartones de huevos. Las orientaciones para ahorrar ante la crisis actual también incluye guardar estos objetos para garantizar las próximas producciones de la empresa avícola.
“Recuperar lo recuperable no es símbolo de pobreza”, así lo indica el sitio oficialista Cubadebate en el propósito de convencer sobre la necesidad de salvar a toda costa las bandejas de huevos. Según indica la nota, la orden de recogerlas es una indicación nacional por el miedo de que no se vayan a importar este año todas las que necesitan las entidades distribuidoras de huevos.
Para apoyar las orientaciones de arriba, se añade un video de un cubano al que entrevistan y muestra su total sintonía con las indicaciones. El canal de Youtube del periódico Adelante describe así el material: “Importancia de encadenar los eslabones para la recuperación de materias primas. Una tarea en la que debemos participar todos”.
Cubacomenta conversó con cubanos no tan de acuerdo con la orden de reciclar los cartones de huevos. La mayoría de la población se deshace de ellos por la razón de que llegan muy sucias y rotas a las bodegas y a los puntos de venta estatales. “Evito a toda costa meter un cartón de esos en mi casa. Vienen llenos de bichos y por eso nadie los recoge. Es preferible botarlos”, comenta Alina, vecina del reparto Víbora.
“Para acopiar ese tipo de cosas está materia prima. Ellos son la encargados del reciclaje, no nosotros. Además, estoy segura que quienes lo echan en los cestos son los bodegueros que se cansan de tener cientos en una esquina. Sin otro uso”, declara Sandra, de 31 años.
En efecto, Marcos San Juan, dependiente de una bodega en La Habana Vieja, asegura que a mitad del mes, cuando llegan los huevos, enseguida los vende todo. “Es uno de los alimentos más perseguidos. Ya para el día 20 no queda ninguno. En la bodega casi no tengo espacio para moverme, es un local chiquito y atiborrado de sacos. No puedo guardar los cartones de huevos, serían más moscas, ratones y mal olor. Los recojo por pilas y los boto en la basura. La opción de reciclar hasta ahora no me la han impuesto”.
Aurelio recuerda que durante el Período Especial sucedió una situación parecida. “No te permitían coger los huevos del mes si no entregabas un cartón, y si lo perdías, tenías que pagar hasta el doble de lo que costaba lleno. Parece que estamos retornando al pasado”.
Aun cuando la mentada “coyuntura”, de acuerdo con lo expresado por el gobierno, vivió su fin a finales de año pasado, el 2020 no ha dejado de traer sorpresas para el pueblo de Cuba. Esta, donde se exige recoger, entregar y reciclar los cartones de huevo, es la más reciente.
Solo existe un sitio en toda Cuba que procesa este tipo de material: la industria de Tejas Infinitas, en Camagüey. “Las bandejas se producen con el papel gaceta que aquí se recupera que provienen de libros, revistas y periódicos y son los que más tiene que recuperar el país. En las casas de compra pagamos cinco pesos por kilogramos, y así y todo no satisface las necesidades”, aclara la información oficial.
Cuba vuelve a un período de inseguridad e inestabilidad económica que hasta los cartones de huevos es necesario guardar.
Vladia Rosa García
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