Con estas nuevas reglas para entrar a la universidad en Cuba, el gobierno podría estar facilitando el camino a quienes opten por carreras pedagógicas
A partir de ahora los jóvenes cubanos que deseen ingresar a la universidad podrán elegir entre varias alternativas. El diario villaclareño Vanguardia publicó que “de acuerdo con la Resolución 200 del 2019, emitida por el Ministerio de Educación Superior (MES), se modifica el proceso de acceso a las universidades en tanto existen nuevas regulaciones en los artículos contenidos en la anterior Resolución 129 del 2018”.
La novedad consiste, según Andrés Corso, profesor de preuniversitario, en que “los que ganen concursos provinciales y nacionales podrían ser beneficiados con el otorgamiento directo de la carrera, siempre y cuando hayan quedado entre los primeros seis lugares en el certamen nacional o entre los tres primeros del provincial, en todas las asignaturas”.
O sea, los alumnos que resulten ganadores no tendrían que hacer exámenes de ingreso para la universidad. Sin embargo, no podrán elegir abiertamente la carrera que deseen. El que haya obtenido el primer lugar del nivel nacional, podrá escoger entre profesiones afines a la materia en que participó. Los cinco restantes tendrán la oportunidad de decidirse por carreras pedagógicas, al igual que quienes hayan sido meritorios de los primeros tres lugares del encuentro provincial.
Lidia Esther, profesora de Español y Literatura en la enseñanza media, explica que la reciente reforma, además, incluye variantes para el otorgamiento del técnico medio superior. “Los alumnos que aspiren a un técnico deberán colocarlo entre sus diez opciones en la solicitud formal. Ellos mismos integrarán un escalafón, ordenado según el promedio, es decir, la nota y, a partir de ahí, se procederá a la asignación. Una vez distribuidas entre estos aspirantes, también se les propondrá a los muchachos que hayan desaprobado los exámenes o que no se hayan presentado”.
Anisleydis Suárez, estudiante de duodécimo grado, manifiesta no preocuparse demasiado por estas noticias. “Hasta ahora me he preparado para optar por la carrera de Ingeniería Química y ninguna de las propuestas recientes ha logrado convencerme. Acudiré a los exámenes de ingreso a la universidad, como pensé desde un inicio y espero salir victoriosa”.
Por su parte, Alexis Fleites, quien igualmente, cursa el último año de la Enseñanza Media, alega que su temor siempre han sido las Matemáticas y las asignaturas de ciencia. “Puedo prepararme para español o historia, y si salgo bien no tendré que ver los números nunca más en la vida. No importa si el precio es ir a dar clases a un aula”.
Mayra Martínez, socióloga que se ha interesado por los temas de mercado laboral en Cuba, considera que “el contexto económico, social y político de un país influye en todas las esferas, y la educación no se escapa de ello. Hay que instruir en dependencia de lo que se necesite. En este caso los maestros en las aulas cada vez son menos y la fuerza obrera se está desplegando en mayor medida hacia el sector cuentapropista. Por tanto, esta estrategia lo que pretende es garantizar un número considerable de egresados que vayan a cubrir puestos vacíos en las aulas como profesores; y otra cantidad que haga solo un técnico de tres años de estudio y luego supla los huecos en los centros de trabajo estatales. Para eso, les facilitan el camino. Sabemos que los exámenes de ingreso son muy temidos por los estudiantes debido a su rigor. Muchos preferirán preparase bien para una sola materia, participar en un concurso, o simplemente, no presentarse a dichas pruebas y optar por una carrera técnica”.
No es la primera vez que los cambios en el sistema educacional cubano generan criterios encontrados. En esta ocasión, el objetivo está definido. Estimular el acceso de jóvenes a especialidades técnicas y pedagógicas, que como se ha dicho en momentos anteriores, son las que la isla demanda con mayor urgencia.
Texto y foto: Lucía Jerez