El gobierno cubano culpó a su homólogo de Estados Unidos de hacerle perder, entre abril de 2018 a marzo de 2019, unos $4.000 millones de dólares, (es decir: unos 12 millones de dólares diarios), por motivos del embargo financiero, en este caso específico, de la administración Trump.
En una extensa nota aparecida en el diario oficialista Granma, el libelo del PCC asegura que debido al “bloqueo” económico impuesto hace casi 60 años, al país caribeño se le ha hecho insostenible e imposible alcanzar el crecimiento en su PIB, ese que en los primeros discursos pronunciados por el entonces Primer Ministro de Cuba, Fidel Castro Ruz anunció que se situaría por encima del de todos los países de América Latina.
Granma abordó el tema con cifras y dijo que tan solo en el 2019, la Administración Trump aplicó 85 medidas coercitivas, de ellas 43 dirigidas a reforzar el “bloqueo.”
Tan solo por concepto de exportaciones la isla dejó de percibir por ingresos por valor $2.340 millones de dólares.
“Al Estados Unidos prohibir la exportación a Cuba desde cualquier país del mundo de cualquier producto que contenga 10 % o más de componentes de origen estadounidense (…), sin importar el país en que se produce el bien o el servicio, o la nacionalidad del producto, se impuso una limitación significativa adicional a las posibilidades de Cuba para adquirir bienes y servicios…”, detalla Granma.
Al abordar el tema de los medicamentos, un tema muy sensible para la población cubana y para los planes exportables de la medicina cubana, el Granma expresa:
“No pocos de los medicamentos que están en falta en el país en la actualidad, son resultado de las limitaciones para acceder a los financiamientos y a las compañías productoras de materias primas”.
Granma también culpó a los EE.UU. de hacerle la vida “informática” a los cubanos, miserable, por impedirles “un mayor acceso a internet”. Esto último pareciera cosa risible, para quienes como este redactor conocen la cerrazón informática que se vivió en Cuba durante años tras la llegada de esta importantísima herramienta a escasos nodos en el país.
Granma abordó el tema expresando que, el impedimento norteño de que Cuba acceda a las tecnologías de informatización “dificulta y encarece la conectividad y condiciona el acceso a sus plataformas y tecnologías”.
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