Bateador de poder, con velocidad en sus piernas, excelente defensa y brazo prodigioso, Yasiel Puig, el “caballo salvaje”, no ha recibido oferta tentadora por parte de ninguna de las franquicias de las Grandes Ligas
Cuando van restando menos de dos meses para el comienzo de la nueva temporada, los representantes de Yasiel Puig comienzan a inquietarse al no recibir aún oferta tentadora por parte de ninguna de las franquicias de las Grandes Ligas para firmar un contrato millonario y multianual, según el deseo expresado en más de una ocasión por el cubano.
“Caballo salvaje”, como lo llama la prensa especializada por el torrente de energía (muchas veces descontrolada) derrochada sobre el terreno de juego, llegó a la agencia libre por primera vez en su carrera después de siete campañas. Sus herramientas están intactas y existe una progresión en sus números, al punto de romper en el 2019 su propio récord de remolques (84) y mantenerse por tres años consecutivos sacando al menos 20 pelotas por encima de los límites del terreno. Después de su salida de los Dodgers de los Ángeles, Yasiel Puig en esta última campaña militó en dos conjuntos diferentes: los Rojos de Cincinnati y los Indios de Cleveland.
Bateador de poder, capaz de lograr buenos promedios ofensivos, con velocidad en sus piernas, excelente defensa y brazo prodigioso, viene de una temporada aceptable en la que pegó 148 indiscutibles, botó 24 pelotas y terminó con 327 OBP y 458 SLG.
Yasiel Puig, natural de Cienfuegos, tiene en su currículo 861 desafíos jugados en la Gran Carpa. Ha promediado para 277 con 132 cuadrangulares, 415 carreras impulsadas y 79 estafas y es además el cubano que más participaciones tiene en la historia en juegos de post-temporada (58) y el que más imparables ha conectado (51).
Yasiel Puig sigue esperando ofertas
Con estos antecedentes, Yasiel Puig se sentó tranquilo y optimista a esperar ofertas en la temporada muerta y hasta este minuto, continúa sin trabajo. ¿Cuáles son las causas?
Organizaciones como los Marlins, una de las opciones que había en el tintero, prefirieron a Corey Dickerson para sus praderas y los Medias Blancas se decantaron por Nomar Mazara. Por otra parte, Al Ávila, gerente general de los Tigres, dijo públicamente que Puig no era una prioridad.
Si bien es cierto que hay varias opciones de outfielders en el mercado y el antillano, quien ganó nueve millones de dólares en este último año por contrato quizás tenga sus pretensiones salariales muy altas, el hecho de que a estas alturas no haya recibido una oferta decorosa solo tiene un culpable: él mismo.
El “Caballo salvaje” pudiera estar recibiendo un castigo del mercado por su personalidad compleja, generadora de múltiples indisciplinas y encontronazos dentro y fuera de los terrenos, por su capacidad innata para crear problemas y su actitud siempre al filo del escándalo.
Considerado muchas veces como líder negativo dentro del grupo, esto sin dudas es un agravante a la hora de una franquicia obtener sus servicios, mucho más en un deporte colectivo como el béisbol.
A sus 29 años de edad, sigue catalogado de inmaduro y esto puede haber hecho mella en las esperanzas de las franquicias, cansadas de esperar por un Puig más enfocado y profesional que logre un impacto positivo en las filas de cualquier equipo.
Ahora su futuro es incierto, quizás un contrato de un año sea la mejor opción para que pueda demostrar un cambio y acabar de pasar de un jugador promedio a una súper estrella, porque herramientas naturales tiene de sobra para ello.
Si bien es cierto que el año próximo en la agencia libre tendría contendientes fuertes en su posición como Michael Brantley Jr, Jackie Bradley, George Springer, Mookie Betts o su compatriota Yoenis Céspedes, todos saben que Yasiel Puig no es segundo de nadie si es capaz de controlar sus impulsos y entrar en el bando de los disciplinados.
Esperemos que no se le haya agotado el tiempo a este “Caballo salvaje” y que este tiempo de tensa espera e incertidumbre logren domarlo (tan solo un poco) para que la gran afición, sobre todo la cubana, siga disfrutando de sus habilidades excepcionales en el campo de juego.
Roque Díaz
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