Además de cápsulas, se comercializan en Cuba té de moringa, semillas y un suplemento nutricional
Desde que Fidel Castro hablara de la moringa, y la catalogara como un remedio natural capaz de proporcionar los beneficios más insospechados al organismo humano, el tema se volvió motivo de comentario entre la población cubana. No fueron pocos los cantantes y humoristas que la mencionaban en shows y presentaciones ante el público.
El 17 de junio de 2012 Castro en aquellas sus Reflexiones en Cubadebate, decía que ya estaban las condiciones creadas para que el país comenzara a producir masivamente moringa, pues era fuente inagotable de carne, huevo y leche.
Tiempo después, el Consejo de Ministros aprobaría la creación del centro Entidad de Ciencia, Tecnología e Innovación “Sierra Maestra”, el cual llevaría a cabo todas las ideas que el entonces gobernante cubano había esbozado acerca de la famosa moringa. En varias farmacias nacionales se venden actualmente una amplia gama de derivados de esa planta.
“En un inicio se hablaba solo de cápsulas, pero ya las elaboraciones han avanzado y ahora tenemos té, semillas, polvo y un suplemento nutricional”, cuenta una de las empleadas de la farmacia especializada en Medicina Natural y Homeopática, ubicada en la calle 6 entre 23 y 26 del Vedado capitalino.
“El té se hace a partir de las hojas secas trituradas que vendemos, las cuales también pueden añadírseles a una sopa, al arroz y a varios tipos de platos. Las semillas deben ingerirse directamente masticándolas con cuidado, luego de retirarles la cáscara. El polvo viene recomendado para agregarlo a cualquier comida, durante o después de su preparación, ya sean jugos, salsas, caldos y hasta panetelas. Especialmente, es recomendado para niños, incluso, menores de un año de edad, pues estimula el crecimiento y reduce riesgos de enfermedades en la primera etapa de vida”, agrega.
La doctora Idania Salgado, entiende que la moringa tiene fines curativos, pero sobre todo preventivos. “Al igual que otras plantas, esta tiene sus propiedades. Por ejemplo, en la prevención del Alzheimer, de las úlceras gástricas, para el tratamiento de la artritis, del lupus; para el buen funcionamiento del sistema circulatorio y la integridad cardiovascular; para el metabolismo, las digestiones y el control de glucosa. Pero esto no quiere decir que se pueda prescindir de otros nutrientes, o medicamentos, que también tienen sus funciones. Mucho menos pensar que en ella están contenidas todas las proteínas que necesita el ser humano para vivir. Consiste en un complemento que puede sumarse a la dieta o al tratamiento de base que tengan las personas”.
Aramis Ochoa, anciano de 73 años refiere que, aunque conoce muy bien los efectos positivos de esta planta para la salud humana, considera que el precio de estos productos pudiera ser menor y así, tal vez, aumentaría su consumo en la población. Teniendo en cuenta, sobre todo, que “se trata de una planta que no necesita ser importada ni requiere de tanta inversión en cuanto a recursos”.
“Por ejemplo, me han hablado de las semillas. Son muy buenas para los hombres porque influye en el funcionamiento correcto de la próstata y de todo el sistema renal. Sin embargo, recomiendan ingerir cinco cada mañana. El sobre no es tan grande y cuesta casi 29 pesos cubanos. El resto de estos preparados oscila en ese valor, 27, 29 y hasta 30. Para un viejo como yo que vive de una jubilación eso resulta costoso”, añadió.
Otra de las dependientas de la farmacia de la calle 6 entre 23 y 26 aclaró que, si bien la comercialización fluye a un ritmo favorable, podrían ser más las personas interesadas. “No se trata de sobresaturar a la gente con el consumo de estos derivados, como ha ocurrido en otras ocasiones, sino de orientar acerca de las propiedades que tienen. Puede ser tan exitoso como los jabones de ozono o semillas de girasol que vendemos para el acné, como los jarabes para la gripe o como tantas otras fórmulas naturales que se hacen aquí”.
Por su parte, Marlene, de 36 años apunta a que falta mucho por avanzar en cuanto a la cultura hacia la medicina verde. “La gente sigue creyendo que los fármacos lo superan todo y buscan los remedios naturales cuando ya tienen la enfermedad o cuando han envejecido. No obstante, a la moringa no la rodea el desconocimiento, sino más bien una ola de ironías y cuestionamientos, debido a lo muy mencionada que fue durante un periodo”.
Texto y fotos: Lucía Jerez
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