En la India, las peleas de gallos se consideran ilegales desde el 1960.
Un gallo en la India le cortó el cuello a su dueño y eventualmente le provocó la muerte, dijo CNN hace ya varios días.
El hombre identificado como Saripalli Chanavenkateshwaram Rao, de 50 años, murió horas después en un hospital, por un “derrame cerebral”, un hecho que asociaron al incidente con su gallo.
Según testimonios, el hombre iba con su gallo ya preparado y listo para pelear hacia una valla cercana, cuando el animal le fue encima.
El gallo, que tenía una especie de cuchilla atada a sus patas – en Cuba, por ejemplo, este sería el equivalente de las espuelas – logró cortar al individuo en el cuello; un suceso que eventualmente le habría provocado la muerte.
La policía dijo que el suceso ocurrió el pasado 15 de enero, y no se tiene idea del porqué el gallo le fue encima a su propietario, ni como Rao, quien vivía en la aldea de Pragadavaram, en el estado de Andhra Pradesh, en el sur de la India, y todo un experto gallero pudo descuidarse.
Un oficial de la estación de Kranti Kumar maneja la teoría de que el gallo quiso liberarse de las manos de Rao y hubo una especie de forcejeo donde el hombre llevó la peor parte.
CNN dijo que en la India, las peleas de gallos se consideran ilegales desde el 1960.
Aunque allí existe “tradición”, una sentencia de la Corte Suprema de 2014 aclaró la ilegalidad de las peleas entre animales en virtud de la Ley de Prevención de la Crueldad contra los Animales de la India.
No obstante a eso, son tantos los que viven de este negocio, que según Gauri Maulekhi, administrador de la fundación India for People, la policía no puede lidiar con el fenómeno y prefieren hacerse los de la vista gorda.
“No es solo por entretenimiento que estos animales están obligados a luchar, sino que también se debe a las fuertes apuestas”, dijo Maulekhi.
“No creo que la cultura tenga nada que ver con eso: es puramente un juego de dinero y la histeria se hace cargo, la razón y la lógica simplemente pasan a un segundo plano de tal manera que ni el bienestar del animal ni el bienestar de la gente son suficientes para detenerlo,” dijo Maulekhi.
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