Agencias y guías buscan potenciar el turismo ecológico en Cuba. “Son zonas protegidas, vírgenes, con más que mostrar”, según turoperadores
La disminución de los visitantes extranjeros a Cuba ha provocado una baja turística que comenzó durante el último semestre del año 2019. Una parte importante de la economía del país depende de estos ingresos que no muestran mejoría desde hace tiempo.
La isla caribeña hace malabares para que su suerte aparezca. Durante el año 2018 llegaron al país más de 4.7 millones de visitantes, cifra que en el 2019, cuando se trataba de rozar los 5 millones no se cumplió y solo se arribó a los 4 millones, según el diario oficialista Granma.
Ahora, en un impulso por buscar alternativas y retomar las cifras de visitantes anteriores, la isla apuesta por la modalidad ecológica. Es un tipo de turismo también conocido como ecoturismo o turismo de la naturaleza.
“Con él buscamos potenciar el conocimiento de lugares importantes de nuestro país que se distinguen por su diversidad en el ecosistema. Casi siempre los escogidos tienen un amplio contenido histórico o son zonas protegidas, vírgenes, con más que mostrar”, declara una de las trabajadoras del Buró de Reservación de ECOTUR, ubicado en 25 entre L y K, en el Vedado habanero.
Continúa explicando que los principales clientes que optan por estas experiencias son los provenientes de países con alto grado de industrialización y urbanización; primer mundo como Canadá, Inglaterra, Alemania, Italia y Estados Unidos. “Muchas de las naciones principales de las cuales hemos perdido personal que antes era asiduo”, asegura.
“Para potenciarlo es muy importe el paisaje, que la persona se sienta en completo contacto con la naturaleza. Incluso, los locales que escogemos para llevar a comer a los foráneos tratan de mantener la tradición rural: al aire libre, con techos de guano y ese tipo de cosas que suelen llamar su atención”, explica Alberto, guía turístico.
Sitios de referencia se extienden desde el Cabo de San Antonio hasta la Punta de Maisí. “En el extremo más occidental está la provincia de Pinar del Río donde destaca el Valle de Viñales, el mural de la Prehistoria, y los paseos en bote por el río subterráneo que atraviesa la Cueva del Indio”, así lo destaca Andrea, italiana que asegura encontrar la paz en estas tierras.
Tuan, vietnamita, dice tener entre sus metas conocer el interior de Cuba y vivir nuevas aventuras fuera de las ciudades antes de graduarse. Tiene una lista casi aprendida de memoria. “Al sur de Matanzas está la Ciénaga de Zapata, territorio casi inexplorado con una flora y fauna endémica. Al norte está la emblemática playa de Varadero, que entre otras peculiaridades posee numerosas cuevas y áreas declaradas reservas de la Biosfera. En el Oriente, cuando se visita la ciudad de Santiago de Cuba también está disponible una escalada a la Gran Piedra y visitas al Santuario del Cobre. En Baracoa, villa de la provincia Guantánamo, hay numerosos ríos”, recuenta.
Las nuevas tendencias del turismo denominan a esta modalidad ecofriendly, una manera de mostrar que esta alternativa busca estar en armonía con el medio ambiente. Para ello incluyen el senderismo, vinculado con las escaladas a las montañas y recorridos por distintos caminos en entorno campestre. Además, comprende el espeleoturismo, relacionado con el mundo de las cuevas y grutas.
Vladia Rosa García
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