Cubainformación, un “proyecto informativo” de izquierdas, que no ha escatimado esfuerzos en llamar “mercenarios” a los periodistas independientes cubanos y “vendidos” por algo tan simple como viajar al extranjero con pasaje pagado por otro – como si el salario que paga el gobierno en la isla pudiese cubrir un boleto a Cancún ida y vuelta a un periodista de un medio “normal” cubano -, ha lanzado un SOS: se queda sin fondos para mantenerse a flote y pide ayuda monetaria.
Parece hasta ¿risible? que Cubainformación pida dinero – ¡que venga de donde venga!, lo importante es salvarse – cuando desde esa plataforma se ha arremetido contra todos los proyectos de periodismo independiente en Cuba. Incluso, contra blogueros, que no cobran un centavo por sus escritos, en Cubainformación han encontrado espacio sus críticos más acérrimos.
Una plataforma tan transparente como Periodismo de Barrio, cuyas finanzas son públicas, ha sido “azotada” en Cubainformación por recibir dinero “externo”.
Ah, pero reza el refrán, “nunca digas de esta agua no beberé”. Cubainformación perece y necesita “plata enemiga” para salvarse. Ellos sí pueden; los otros no.
A juzgar por el impacto mediático del ¿medio?, es muy probable que Cubainformación termine lanzando dentro de poco su último estertor; o se reinventa y pasa a una plataforma “gratis”, o Manzaneda, su gestor principal, asuma que sí, que es posible escribir “gratis”, o bien asume como “gasto” la tarea militante que realiza. De igual modo, podrán asumir que no necesariamente los fondos “son malos”, determinan la política editorial de un medio, o peor aún: cuestionan y censuran al ejercitante del periodismo.
Por ahora, mientras, tendrá que recibir más o menos las mismas críticas que antaño divulgaba el medio; porque se ha quedado sin fondos, y en esta larga carrera por la sobrevivencia en internet, el alcance mediático casi siempre aporta de un modo u otro los fondos para seguir la senda triunfante.
Cubainformación, al parecer, llegó al final del camino.
por Roberto A.
