Clandestina ofrece la oportunidad de reciclar ropa de segunda mano y acumular puntos para próximas compras. La Reciclada Exchange es su nueva iniciativa
La marca cubana Clandestina ha lanzado una nueva campaña. La Reciclada Exchange busca recolectar ropa de segunda mano como materia prima para la firma, a la vez que intenta crear conciencia sobre las bondades de la moda sostenible.
“El proyecto de recogida de ropa viene desde nuestros inicios, en los cuales hemos trabajado con materiales reciclados. De hecho, nuestra primera colección se llama VINTRASH, a base de ropa de segunda mano. El nombre viene porque, además de ser vintage, son prendas que desecha alguien más”, señala el dependiente de la tienda ubicada en La Habana Vieja.
“La Reciclada Exchange surge entonces como una alternativa a los mercados cubanos donde se ofrece ropa reciclada, los cuales eran nuestra principal fuente de materia prima, pero con la renovación de la ciudad han desaparecido o no están debidamente surtidos”, concluye.
La iniciativa de Clandestina ha sido muy bien acogida en redes sociales. La marca ha precisado que suelen reutilizar fundamentalmente textiles de mezclilla y algodón. Por cada pieza entregada se acumulan puntos, que se podrán aprovechar en descuentos para próximas compras. Son las chaquetas de mezclilla (100 puntos), las enguatadas de algodón (80 puntos) o los vestidos estampados de flores (80 puntos), las prendas que garantizan mejor recompensa.
En la mañana de ayer lunes llegaron los primeros suministradores. Con sus jabas de ropa, pasaron ordenadamente hacia el área de producción, cuya jefa examinó detalladamente el valor de cada tejido, el estado, la cantidad, etcétera.
Cecilia fue una de las primeras. Obtuvo un total de 350 puntos por algunos vestidos y sayas en desuso. “Siempre me ha gustado la ropa de la tienda, pero es muy costosa. La primera vez que vine, compré un lápiz para tener acceso a las entradas para la pasarela, pero no puedo permitirme nada más. Ahora se me hace más fácil comprar una almohada, pues lo tengo en mente hace años”.
Javier, por su parte, reinvirtió los puntos conseguidos en el acto. “Compré uno de los pullovers de la colección clásica. Es mi primera compra, mas con esta facilidad no será la única”, aclara.
“Una jaba de Clandestina puede costar, fácilmente, 250 pesos cubanos. Ahora, antes de vender mi ropa en una venta de garaje, las traigo primero aquí, para ver en cuánto me las evalúan. Son piezas de una marca súper pegá”, añade Maura, quien ha participado en varios bazares particulares de artículos de segunda mano.
Clandestina es la primera marca cubana de ropa gestionada de manera independiente. Con materiales reciclados y originales diseños ha logrado exportar un pedazo de la isla a varias partes del mundo.
María Carla Prieto
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