Muchos llevan años sin ver a sus familiares más queridos. Están “prohibidos”; no pueden pisar suelo cubano; algunos, ni siquiera, por “órdenes de La Habana”, pueden montarse en un avión con destino al verde caimán.
Médicos cubanos imposibilitados de regresar a Cuba por abandonar misiones médicas en el extranjero y que llevan años como “prohibidos” sin ver a sus familias, se plantean ahora mismo una estrategia arriesgada para entrar a Cuba: llenar aviones y aparecer por sorpresa en la Isla.
La medida, similar a la que se propuso hace unos meses en una reunión efectuada en la FIU entre “influencers, artistas y disidentes” cubanos que residen en la ciudad de Miami, caló hondo entre quienes pertenecen al grupo de Facebook #NoSomosDesertores #SomosCubanosLibres .
“Llegó el momento de darle duro a quienes de verdad separan a la familia, es hora de llenar aviones de todos nosotros e ir para Cuba y demostrar al mundo quienes son los malos en esta historia”, propuso un médico identificado como Miguel Ángel Mena.
“En mi modesta opinión considero que la idea de agarrar un avión y aparecernos en la Terminal 3 del Aeropuerto José Martì será la gota que desbordará la copa. Hemos estado haciendo ruido, tocando puertas, hasta con Dios Padre hemos conversado, y nada que el tema Separación Familiar tenga un punto final”, escribió por su parte Anaymaría Vargas Ponciano, quien fue doctora en el programa Mais Médicos, en Brasil, hasta que abandonó la misión.
“El gobierno de este país les impone sanciones pero las simientes del mal solo se tambalean y nuestros familiares; los mismos a los cuales añoramos tanto son los que sufren las consecuencias de las sanciones que Estados Unidos le impone al gobierno cubano. Creo que es hora de tomar acción en este tema. La única forma de quitarle la careta a los insensibles e inhumanos personajes es enfrentándose cara a cara con ellos, no hay de otra colegas”, añadió Anaymaría.
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Muchos ven este plan como excelente, si bien tiene poco éxito de llegar a feliz término. Por un lado está el hecho de que Cuba tiene regulados “varios nombres” de ciudadanos cubanos que no pueden siquiera abordar un avión con destino a la isla. Por otro lado, puede darse el caso que la información se filtre y al avión, en el aire, se le prohiba aterrizar. Por último, no menos difícil será la entrada en La Habana.
Como impacto mediático, si bien continúa siendo una apuesta arriesgada, pudiera ser una estrategia válida ante tantos días, semanas, meses y años sin respuesta; para colmos llenos de desesperación y desasosiego.
“Organicen y planeen el viaje, es la hora de que el mundo tenga una prueba más y contundente, de todas las mentiras que dice los dictadores cubanos. Maravillosa idea“, rezó uno de los mensajes; mientras que otro de los prohibidos expresó:
“Esa es la actitud. Qué harían si vieran un avión entero con médicos cubanos entero aterrizar en el aeropuerto José Martí. ¿De qué serían capaces ante los ojos del mundo entero? Es hora de quitar caretas”.
Sin embargo, tal y como apuntó más adelante uno de los administradores del grupo, existe un problema “legal” con la idea; y es “preparar” un vuelo con estas características. Es decir: omitir que se va con este propósito a un país, pudiera acarrear problemas a la aerolínea; problemas que luego pudieran revertirse en las Cortes de Miami contra quienes planificaron el vuelo.
¿Qué dicen las leyes de Brasil al respecto? ¿Las de España? ¿Las de otros países? ¿Podrán unirse ciertamente algún día los prohibidos de tocar suelo cubano, montarse en un avión y aparecerse en Cuba de sorpresa?
