El método más eficaz es que los familiares acudan a la Oficoda a dar de baja a los fallecidos y emigrados, pero algunos núcleos no lo hacen.
Una funcionaria del Ministerio del Comercio Interior de la República de Cuba, reconoció que muchos núcleos familiares continúan cogiendo en las bodegas los mandados de fallecidos y de emigrados, un hecho que según ello denota por parte de la población poca conciencia e indisciplina social.
La funcionaria criticó a esas personas que todavía tienen en la libreta a personas no vivas y otras que se fueron del país, pero no reconoció la falta de profesionalidad del organismo para controlar esas “contravenciones”, y mucho menos explicó que a esa es – lamentablemente – a la situación que no pocos núcleos en el país han tenido que acudir para poder comer, un poquito mejor. O al menos adquirir más alimentos subsidiados por la libreta, que cantidad y calidad no siempre van de la mano.
La directora de ventas minoristas del Ministerio de Comercio Interior, Marpessa Portal de Villiers, dijo que OFICODA colabora con el Registro Civil y otras entidades estatales para actualizarse sobre los fallecidos y quienes viajan por razones de trabajo, pero reconoció que “tal vez”, el método más eficaz es que los familiares acudan a la Oficoda a dar de baja a los fallecidos y emigrados
La Oficina de Registro de Consumidores (OFICODA), una entidad estatal que controla los núcleos familiares y su composición, se quejó de que los cubanos no dan de baja en ese registro a los fallecidos ni a los emigrados, por lo que siguen recibiendo productos racionados a través de la cartilla popularmente conocida como “la libreta”.
En diciembre pasado, la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz, informó que el Gobierno está analizando retirar el derecho a recibir la cuota mensual de alimentos distribuida a través de “la libreta” a los ciudadanos que permanezcan fuera del país por largos periodos, una medida que se analiza para ahorrarle gastos al Estado.
Sin embargo, este subsidio es imprescindible para la mayoría de los cubanos, y el trabajo divulgado ayer en la Revista Buenos Días, en el que se entrevistó a muchos cubanos en la calle sobre “el tema”, demostró que sin la libreta, “es díficil vivir”.
por Roberto A.
