Pese a las vallas que acordonan la obra, el que será el hotel más alto de La Habana está envuelto de misterios
En abril de 2018 la prensa oficialista anunciaba que en el famoso hueco de 23 y K, que llegaba hasta la calle 25 del Vedado, se comenzaría a levantar el hotel más alto de La Habana. Se leía entonces en Cubadebate, “el inmueble previsto para 2022 superará en altura, con aproximadamente 42 pisos y 154 metros, al cercano Tryp Habana Libre”.
El hecho de que en los últimos días permanezca cerrada la intersección de las calles 25 y L y haya en la zona mayor cantidad de grúas y camiones que de costumbre, indica que el proceso continúa, aunque algunos constructores advierten que va con par de años de retraso respecto a la fecha planificada para su inauguración: 2022.
“Ahora mismo estamos haciendo los movimientos de tierra. Es preciso seguir profundizando, pues consiste en un bloque de 42 pisos. Vistos los avances, se terminará en unos tres o cuatro años”, explicó a Cubacomenta uno de los maestros de obra.
Además del suntuoso inmueble, que le ganará en altura a su icónico vecino Habana Libre, el proyecto comprende la creación de un puente que lo atravesará funcionando como la calle K, hasta ahora inhabilitada en ese tramo, que comunicará las arterias 23 y 25. “El esqueleto del puente ya está hecho. Se quiso que fuera así, porque en sus bajos van a instalarse oficinas pertenecientes a la gerencia de la instalación”, señaló Wilmer, miembro de la brigada.
Para algunos, por ahora son varios los misterios que rodean al que será el hotel más alto de La Habana. Medios oficialistas han revelado que la edificación se realiza con capital cien por ciento nacional, a cargo de la Empresa Inmobiliaria Almest, la cual asumió también anteriormente el Gran Hotel Manzana Kempinski junto a la constructora francesa Bouygues Bâtiment International (BBI).
Lo cierto es que, dado su protagonismo en las construcciones hoteleras recientes en la ciudad en los últimos años, son muchos quienes se cuestionan el origen y financiamiento de la Inmobiliaria Almest, acerca de la que se ha dicho que es subsidiada por el Grupo de Administración Empresarial GAESA, que administra el General de Brigada Luis Alberto Rodríguez López-Callejas.
Inclusive a fines de abril del 2018 el portal digital Diario de Cuba titulaba así un video en su web: “El hotel más alto de La Habana será de los militares cubanos”.
Otra de las cuestiones que ha despertado curiosidad entre transeúntes y vecinos de la zona es que en ninguna de las vallas de metal que resguardan el terreno donde se erigirá el hotel aparece el nombre que tendrá. Lo cual confirman desconocer igualmente los empleados a pie de obra. “Resulta extraño. Recuerdo que todos los hoteles que se han abierto recientemente han tenido identificación desde el principio, una imagen de cómo quedará, incluso, información sobre la compañía a cargo. Pero nada de eso se ha visto en este”, señala Lourdes Alfonso, vecina de la cuadra.
En octubre pasado, fuentes que optaron por el anonimato confirmaron a medios independientes de la isla que la futura instalación de 565 habitaciones será administrado por la francesa Accor Hotels.
Asimismo los 154 metros de altura de los que presumirá el inmueble han desconcertado a varios. A juicio de la ingeniera civil Migdalia Brito, “según ha establecido Planificación Física, 25 plantas es el límite que pueden tener los edificios que se construyan en el municipio del Vedado, por lo que en este caso se estaría incurriendo en una infracción de los estatutos urbanísticos”.
Texto y fotos: Lucía Jerez