La cuota de enero en las bodegas se comenzó a vender desde el 30 de diciembre. Gran parte de los cubanos piensa que la solución sería no adelantarla, sino aumentarla
El gobierno cubano nunca habló de que una posible meta para el año 2020 fuera la disminución de los precios en los productos de primera necesidad -esos que se pierden constantemente y por largos períodos de tiempo- ni de su abastecimiento regular en los mercados. Por eso, para cerrar el año tuvo que adelantar la canasta básica. Desde el día 30 de diciembre comenzó a ofertar los insumos correspondientes a enero.
“Apenas la vecina me avisó; salí para el mercado a buscar el arroz y los frijoles; con eso hice el congrí del 31 porque ya productos liberados no quedaban. Menos mal que se les alumbró el bombillo. En un mes como diciembre nada alcanza”, comenta Juana, residente en Centro Habana.
Marian, dependienta en una bodega de la calle Felipe Poey, en el municipio de la Víbora, explica que muchas personas hicieron cola desde temprano. “Tal parece que están regalando algo y al final es lo mismo con lo mismo. Para nadie es un secreto que las libras de comida ofrecidas por el Estado no son suficientes para alegrar las noches de la población”.
“Uno siempre trata de tener una reserva para el fin de año pero son varios días de grandes almuerzo y comida para el familión. A mí me llegó gente de Oriente. Desde el 28 tuve que echarlo todo para delante y atender a la visita como se debe. Ya me estaba quedando sin recursos. No llego a mediados de enero sin sacar lo que vino, por eso, mañana mismo busco la cuota”, declara Adelaida, de 54 años, vecina del Barrio Obrero.
Además de los granos, dentro del paquete se incluye el azúcar, el café, el aceite, fósforos y como premio sorpresa un paquete de espaguetis por persona.
Existen varias asignaciones dentro de la libreta de abastecimiento que no corresponde darlas mensual sino cada un período de tiempo mayor (desde tres hasta seis meses). Este derivado de la comida italiana se encuentra entre dichos víveres, al igual que los fideos y la sal, pero sin duda él se lleva la preferencia.
“Cuando te dan arroz y espaguetis en la misma etapa te resuelve el doble. Porque tienes para inventar otra comida. A eso tú le hechas una salsa a base de puré y bastantes sazones y listo. Otro plato completamente diferente. Lo necesitábamos y el gobierno lo sabía, por eso lo mandó”, opina Alejandro, trabajador en una oficina estatal.
Aunque esto represente una “ayudita”, la mayoría coinciden en que la solución más viable no es brindarla antes sino aumentar la cantidad. ¿Qué comerán en muchas casas cubanas a partir de la segunda quincena de enero?
Vladia Rosa García