Dos excelentes receptores de la pelota cubana. Jugaron en diferentes épocas. ¿Eres más de Pedro Luis Rodríguez o Juan Manrique?

Hoy llegan a la sección de comparaciones beisboleras dos receptores que inscribieron sus nombres para la posteridad por la huella que dejaron en su época. ¿Pedro Luis Rodríguez o Juan Manrique? Con características diferentes, ambos fueron protagonistas de su tiempo lo mismo en el cajón de bateo que al calzar los arreos detrás del plato.

Uno se convirtió en referencia obligada para los estudiosos de esa difícil posición, y el otro le sacó chispas al bate durante toda su carrera, pero los dos se las ingeniaron para robarse titulares en múltiples ocasiones y el corazón de todos los aficionados que tuvieron el privilegio de verlos en acción en los terrenos de juego.

Si tuviéramos a los dos disponibles en este momento para jugar el partido de nuestras vidas, ¿a cuál escogemos?

Pedro Luis Rodríguez

Cuando se menciona el nombre de este pelotero nacido en Los Palos, en la antigua provincia Habana, lo primero que sale a relucir es su tremenda ofensiva. Rodríguez, integrante junto a Romelio Martínez y Juan Carlos Millán de uno de los tríos más temidos en Series Nacionales, tiene aún el récord (después de 24 años de retiro) de ser el receptor más ofensivo que ha pasado por estos campeonatos.

Dueño de una mecánica de bateo casi perfecta, compiló en la campaña de 1988 para un astronómico 446 de average, lo que constituyó un récord para su tiempo. En 14 campeonatos los hizo para 334, producto de mil 599 imparables en 4 mil 793 veces al bate, para ubicarse en el décimo puesto histórico desde que fue abolida la Serie Profesional en la isla en 1962.

En sus archivos dejó también 281 dobletes, 53 triples, 193 cuadrangulares y 802 carreras impulsadas, lo cual demuestra su tremenda valía como bateador.

A la defensa, aunque fue opacado por otras estrellas de su época y criticado por algunos técnicos, terminó con un average de 981 (128 errores en 6 mil 903 lances), cometió 95 passball y cogió robando a 409 corredores de los mil 63 que lo intentaron.

Pedro Luis fue uno de los tantos peloteros cubanos que fueron retirados “a la fuerza” cuando estaba en plenitud de facultades, hecho que demostró después al jugar en la Liga de Nicaragua donde fue el líder de los bateadores con 468 de promedio ofensivo (156-73), récord que se mantiene aún vigente en ese país.

Integró varias veces la selección nacional aunque nunca se le dio el protagonismo que merecía.

Juan Manrique

“El gato”, como es conocido Manrique en su natal Matanzas, es considerado por los especialistas como toda una institución detrás del plato por sus virtudes defensivas, elemento este que lo hizo ser titular durante varios años con el equipo Cuba.

Al bate no era segundo de nadie ayudado por su gran capacidad para discriminar lanzamientos y por su paciencia en la caja de bateo, característica esta que lo hizo liderar en seis ocasiones los boletos recibidos en Series Nacionales. Llegó a imponer un récord para su tiempo de 105 bases por bolas en una sola campaña.

En 18 temporadas promedió para 288 de average ofensivo al conectar mil 318 hits en 4 mil 583 comparecencias oficiales, incluidos 234 dobles, 15 triples y 219 bambinazos, con 788 carreras impulsadas y mil 1119 boletos recibidos, lo que le permitió concluir su carrera con un OBP de 437.

A la defensa terminó con un excelente 986 de average, producto de 114 errores en 8 mil 397 lances, cometió 140 passball y capturó en bases a 413 corredores de los 912 que intentaron robarle una extra.

Fue dos veces campeón nacional con el equipo Henequeneros e integró el equipo Cuba en múltiples eventos como titular de la receptoría.

Estuvo en tres Copas Intercontinentales (1993, 1995, y 1997), dos Campeonatos Mundiales (1994 y 1998) e igual número de Juegos Panamericanos (1995 y 1999), unos Juegos Centroamericanos (1998) y dos Olimpiadas (Atlanta 1996 y Sidney 2000).

En los Juegos Olímpicos de Atlanta concluyó como segundo de todos los bateadores de la competencia con 423 de average y conectó cuatro cuadrangulares.

Roque Díaz


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