Sigue la batalla en Cuba contra los coleros. Algunos cubanos entrevistados aseguran que “es lo mejor que pudo haber ocurrido”.
Los coleros en Cuba al parecer se han recogido un poco, o al menos eso dice el Sistema Informativo de la Televisión Cubana y el oficialista diario Adelante, de la provincia de Camagüey. Hasta el momento, explican ellos, eran los coleros los que parecían haber tomado el toro por los cuernos y se habían apoderado de las colas.
Un reportaje hecho por el diario holguinero Ahora, en el día de ayer, ilustraba, por ejemplo, cómo era el panorama allí, en alguna de las más concurridas tiendas.
Bajo el titular de “Oportunismo colado y revendido“, el Ahora explicaba cómo en La Luz de Yara, La Hogareña, La Época, La Sucursal, Las Maravillas, Modas Praga, El Encanto,] y en El Níckel, los coleros controlaban con listas de papel, nombres y apellidos; pero “algunos más sofisticados”, llevan el control en un móvil o tableta.
Cita el trabajo el caso de una tienda, de productos electrodomésticos, en la que los llamados coleros hicieron “zafra”. Según se podía apreciar en el portal Revolico, Compra y venta en Holguín, las lavadoras que en la tienda costaron 182.95 CUC se revendían a 380 CUC. Los ventiladores de pared de 46.95, a 100; los de mesa de 32.95, a 80; y los de pie de 49.95, a 100.
Datos obtenidos de la aplicación Porter@ en Holguín, revelan un dato interesante.
El testimonio lo ofrece Carlos Parra, presidente de la Unión de Informáticos de Cuba (UIC) en la provincia y uno de los ejecutores de la Apk en el territorio.
“Búsquedas de coincidencia en un mismo día, entre las tiendas Luz de Yara, Modas Praga y La Hogareña arrojaron que, aproximadamente, 166 personas compraban en las tres. Casi todos jóvenes o mayores de 65 años. La aplicación registró la hora de la compra y la diferencia entre la adquisición en una tienda y otra era de 15 o 20 minutos, lo que demuestra que habían marcado en todas. Diariamente, repetían personas en los primeros 20 números; además, la estancia diaria del personal encargado de controlar llevó a conocer de vista a la gente. Con estos elementos, se pudo deducir quiénes eran los posibles coleros”.
Camagüey, el mismo panorama
Bajo el rimbombante titular de “El volcán en todas partes“, el oficialista diario camagüeyano Adelante, nos lleva a otras tiendas.
Allí, dice un entrevistado por el equipo de periodistas del diario, el desparpajo era grande; y mencionan el caso de una conocida “colera” o rompecola, mujer de baja catadura moral y problemática que llegaba de pronto a cualquier cola y plantaba su frase: “llegó la Titi y conmigo vienen 30”.
“Compraban por encima de cualquiera,” señala el diario camagüeyano.
En las tiendas especializadas, como las dedicadas a la venta de piezas de vehículos, un turno para el día puede llegar a costar de 50 a 100 CUC. En la de los electrodomésticos, entre 100 y 200 CUC.
Al menos eso afirma Ileana Cachinero Guerra.
“Llevo desde diciembre gestionando para comprar una nevera. Hay que dar una batida grande porque son demasiados los abusadores, los tiques llegaban a costar entre 100 y 200 CUC”, dijo.
Ahora señala que “los mismos split Royal, neveras Parker y ventiladores Senko que sacaron a la venta (…) cinco horas después aparezcan en varias páginas de Facebook de comercialización con el precio multiplicado.”
En Las Tunas, el cuartico está igualito.
También en Cumanayagua, a 25 kilómetros de la ciudad de Cienfuegos, había su “relajito”.
La gente está contenta ahora, luego de que fueran tomadas un grupo de medidas, entre las que están informar a los delegados la cifra de producto terminado que haya entrado en cualquiera de las unidades de venta. Luego el delegado se encarga de tramitar con el Presidente ser el organizador que le informa a la población que le toca venir al punto determinado a la compra.
También allí registran los nombres, direcciones, número de carné de identidad, el número de serie y de sello de todos los equipos. Dice un trabajador de una de las tiendas que los coleros utilizaban a impedidos físicos, mujeres con niños y a las embarazadas para que compraran por ellos en las colas.
“Les explicamos que son ellos los que van a aportar los datos ahí y por tanto, ellos son responsables del destino final del producto”, expresa a modo de advertencia.
El combate a las indisciplinas generadas en las afueras de esos establecimientos y los actos de reventa o acaparamiento, entre otras conductas delictivas, son poco visibles por estos días.
“Realmente con las palabras del cubano era un desastre lo que había con los revendedores y los números,” señaló Emérita Curbelo Yanez.
“Ha sido un momento muy oportuno que se se haya tomado esta determinación”, remató la anciana.
por Roberto A.
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