Las autoridades cubanas continúan con su estrategia de demonizar a coleros y revendedores como responsables de la escasez que sufre la isla, y de poner a los ciudadanos a vigilarse unos a otros.
Recientemente, Holguín abanderó a grupos de “enfrentamiento” contra coleros y revendedores en esa provincia de la isla, que serán los encargados de organizar las filas de las unidades comerciales por todo el territorio.
El periódico Adelante informó este sábado de la creación de lo que llaman “Operación de Enfrentamiento”, como si se tratara de una unidad militar que parte a la guerra, con una variada composición en su interior.
Cuadros, funcionarios, miembros de la PNR, las FAR y organizaciones de masas forman parte de los grupos de “enfrentamiento” contra coleros y revendedores que trabajarán en las más de 120 unidades comerciales y mercados de los 14 municipios, añade el medio oficialista.
“Se debe acabar con la conducta oportunista de mucha gente que ha buscado en revender un modo de vida”, dijo Juan Miguel Morán, coordinador de los programas y objetivos de la defensa en el Gobierno Provincial, quien explicó que pretenden organizar eliminar las listas y turnos otorgados de antemano.
Disney Ajo Ráez, jefe de una de estas unidades, recibió la bandera y habló sobre el compromiso de proteger a la población de quienes el medio llama “flagelo”.
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La creación de esta brigada es una iniciativa más que se suma a la campaña del gobierno y los medios, que intentan desviar la atención de la opinión pública de la escasez que sufre el país. Con este motivo, han atacado en los últimos tiempos a quienes revenden o acaparan productos y los culpan como si fueran la máxima causa del desabastecimiento.
Juventud Rebelde, en un artículo titulado La desfachatez de exprimir al necesitado, cargó recientemente contra estas personas y los llamó “desfachatados” y “exprimidores”, una conducta repetida hasta la saciedad en la televisión y otros diarios.
Con la creación de grupos de “enfrentamiento” contra coleros y revendedores el gobierno emplea una vez más su vieja estrategia de poner a los ciudadanos a vigilarse unos a otros, para controlar la situación.
En el caso de Holguín, además la Central de Trabajadores de Cuba “realizará encuentros con los obreros y administración de los centros de venta, mientras los CDR y FMC lo harán en las comunidades”, reporta Adelante, que manifiesta que “el enfrentamiento es asunto de todos”.
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Esta es la misma prensa oficialista que dijo meses atrás que las colas eran buenas. En aquella ocasión, otro medio provincial Escambray, expresaba que “en los tiempos que corren es bueno que existan colas. Y explico rápido antes de ganarme una gritería de esas que, lastimosamente, las afean. Cuando usted ve un mercado, una tienda o un simple punto “poblado” de personas, la señal es evidente: algo hay. Y eso es bueno en tiempos en que el país ha debido hacer malabares para traer hasta esta isla parte de lo que nos hace falta. Por eso cuando la quietud reina en los comercios es señal de que los estantes están vacíos o, al menos, no tienen lo que se busca. Y eso es menos saludable que las colas”.
Julio Linares