La diplomática cubana Johana Tablada ha involucionado de una manera tal que, de ser “medianamente crítica” a lo mal hecho ha pasado a justificar todo lo malo, habido y por haber, si de decisiones dentro de Cuba se trata.

Muchos la recuerdan de cuando Tablada era Embajadora de Cuba en Portugal y era, a no dudarlo, la única diplomática cubana que de verdad parecía representar a los cubanos residentes en el extranjero. Sí, porque ejemplos sobran de cómo funcionan las embajadas y los embajadores de la isla en el extranjero cuando tienen un cubano delante con un problema.

O peor, cuando tienen que esperar por instrucciones precisas desde La Habana para responderle a un grupo de cubanos en el Consulado de Madrid, el de Moscú, el de Amsterdam, o en el D.F de México, que clamaban por querer enviar una modesta ayuda a los habaneros tras el paso del tornado en enero del 2019. Sí, porque esos cuatro ejemplos de “embajadores” ajenos al dolor del pueblo están documentados, y Johana Tablada, desde Portugal, parecía la excepción de la regla.

Incluso, parecía la excepción de la regla en Facebook o en Twitter, donde a cada rato se le veía un tanto “empoderada” y  dueña de un discurso muy personal pero…

Luego de ganar cierta notoriedad por todo esto que les cuento, Johana involucionó y de ese discurso esperanzador, que nos hizo creer a miles de cubanos que teníamos al menos un embajador decente, ha pasado a ser la vocera de la justificación de lo mal hecho, o a meterse en asuntos en los cuales ha quedado muy mal parada.

Uno de esos asuntos en los que Johana metió el delicado pie tuvo lugar en marzo de este año cuando, al hablar de que el candidato al cupo del Partido Demócrata Michael Bloomberg había gastado 500 millones de dólares en su campaña dijo que si Michael Bloomberg hubiese gastado esos 500 millones –en realidad gastó $550 aproximadamente– dándoselos personalmente al pueblo norteamericano, su obra hubiese sido más grandiosa pues le habría dado un millón a cada uno.

Evidentemente su cálculo matemático fue un desastre; las redes le fueron encima, en burlas y memes, y Tablada explicó que como quiera que fuese, fuese la cantidad que fuese, en EE.UU. se derrocha el dinero en las campañas presidenciales.

Con anterioridad a eso, apareció Johana en el diario oficialista Granma firmando un artículo titulado “Lo que deliberadamente omite la cancioncita de Orishas”, en el cual se montó encima de aquel tema trending -la utilización de un fragmento musical de una canción de Silvio Rodríguez por el grupo Orishas- para decir que el tema no le gustaba, y manifestar por qué.

“Sobre la cancioncita de Orishas. No me gusta. No me gusta y no solo por lo que dice, sino por todo lo que deliberadamente omite. La única parte bonita y con vuelo es la que le robaron a Silvio, título incluido”.

Luego, más adelante expresó:

“La que utilizaron de Silvio sin permiso (pedir permiso no es lo mismo que recibir permiso) sirve para atraer publicidad y prestarse a la operación bien montada de confundir la Cuba real y compleja con la Cuba de la caricatura (hay mucho dinero corriendo para eso). Atacar a Cuba agredida cuando más duro nos dan es un acto sucio”.

Y también añadió:

“Si hay algo en este mundo que sirve al ser humano son los ideales, los ejemplos sobran y gracias a ellos todo el que viene a Cuba sigue diciendo que lo mejor del viaje fue este pueblo único. Somos pobres, pero tampoco hay hambre ni miseria en Cuba, lo que tenemos poco o mucho lo compartimos. A pesar de que el Bloqueo nos roba a la fuerza casi 5 000 millones de dólares al año, este país imperfecto y agredido sigue siendo un paradigma de justicia social y desarrollo humano donde la gente ríe”.

Ahora, la funcionaria del MINREX “¿justificó?” lo sucedido en un tramo de  100 metros de la Avenida G, justo en la intersección con el Malecón, para decir que, “nadie está destruyendo el bello parque de G“.

“Nadie está destruyendo el bello parque de la calle G. Está casi intacto y bonito. Trabajo ahí. Se rellenó solo una cuadra con adoquines pues el mar entra cada año y lo inunda sacando la tierra infértil hace tiempo a ensuciarlo todo. Llevan siglos plantando y sembrando hasta la tierra y no resulta.

“La cuadra siguiente también muy afectada se pudo salvar y se arregló manteniendo el césped. Es además la cuadra de los conciertos de Casa de Las Américas y otras fiestas populares. Hicieron una explanada donde había un potrero. Nunca fue linda como las demás. A mi tampoco me gusta mucho y no me acostumbro a la solución que a otros que conozco sí ha gustado. Es un pequeño tramo y al ser el primero no va a alterar la vista monumental del paseo que siempre ha guardado su esplendor para un poco más adelante. Nací y me crié muy cerca y he trabajado toda la vida frente a ese espacio incluso ayer para comprobar nadie se llevó los árboles pues el césped hace siglos no existía. Pueden existir otras soluciones para incorporar más plantas y quede mejor estoy de acuerdo en todos los casos debe llevar impronta oficinas de los arquitectos de la ciudad pero de ahí a decir la calumnia que están divulgando va un gran trecho. Hay personas preocupadas con razón y otras con manipulando con toda la mala intención.

“También quedaron las uvas caletas. Solo son 100 metros de un paseo de más de un km tiene los adoquines. No “están destruyendo la calle G. Aquí les dejo la vista del paseo intacto desde calle 23 y la cuadra donde se hizo la intervención que generó una gran mentira ( que se estaban talando los árboles de la calle G) y legítimas preocupaciones para que la solución escogida sea, además de funcional, muy Bella y respetuosa del entorno y del diseño original”.

https://www.facebook.com/johana.tablada.1/posts/3243209162415001

Dicho así, al menos lo que parece, desde la visibilidad que ella como funcionaria del gobierno tiene, es que todo está “bien hecho”. O que al menos tenía un objetivo.

Sí lo están destruyendo, Johanna; porque en diseño y urbanismo -algo de lo cual tú evidentemente no sabes nada- lo individual no existe. Cada cosa que se ejecuta funciona como parte de un todo. Es como un rompecabezas; si falta una pieza, el puzzle no está completo.

Tablada desconoce que esta “inversión” fue hecha sin consultar a la Comisión de Monumentos; sin la aprobación de Planificación Física y sin siquiera una Licencia de Obra. Es decir: fue hecha “a pepe timbales”, por alguien que aún no ha dado la cara.

Si Johana justifica que las cosas en Cuba se hagan así, por mandato “divino” de un funcionario gubernamental o por mandato expreso desde una oficina del gobierno sin tener en cuenta la voz autorizada de aquellos que verdaderamente conocen “los dramas”, muy mal que estamos.

Eso, ella debería saberlo, si es que aún le quedan rasgos de lo que un día fue o quiso ser.

por Roberto A.


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