Andrés Guardado, el joven que murió a manos de un alguacil del condado de Los Ángeles en California, recibió cinco disparos en la espalda y fue esa la causa de su muerte, reveló una autopsia independiente encargada por la familia del chico de 18 años.

La autopsia independiente reveló los temores que muchos tenían: Guardado habría sido víctima de un crimen por parte de las fuerzas del orden.

Su muerte, acontecida el pasado 18 de junio, provocó una multitudinaria protesta en Los Ángeles, y desmiente ahora la versión de los oficiales, quienes alegan que el joven de origen salvadoreño “sacó una pistola, miró a los agentes y luego huyó de ellos”.

“Recibió cinco disparos en la espalda y murió por heridas de bala en el tronco”, aclaró uno de los abogados de la familia. Según el informe independiente el joven no tenía drogas ni alcohol en su sistema.

Activistas y familiares de Andrés Guardado, quien fue asesinado a tiros por un alguacil del condado de Los Ángeles en Gardena, pidieron justicia el mes pasado. Una autopsia independiente descubrió que Guardado recibió cinco disparos en la espalda. David McNew / AFP a través de Getty Images

Fueron dos los policías que “enfrentaron” a Guardado. Ambos aún están empleados por el cuerpo policial. Uno de ellos,  Chris Martínez -el que no disparó- ya fue entrevistado por las autoridades. El que disparó, Miguel Vega, aún no lo había hecho el 30 de junio, de acuerdo con lo publicado por Los Angeles Times.

El comandante Chris Marks, del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles (LASD), dijo en una conferencia de prensa el miércoles que las declaraciones de ambos son voluntarias.

El caso de Guardado está siendo impugnado entre otras cosas por la falta de transparencia en la información del departamento. Estos pusieron un “bloqueo de seguridad” en el informe de autopsia de Guardado realizado por el médico forense del condado. Esta medida implicaba que podría pasar algún tiempo antes de que los resultados se publiquen; un método a todas luces dirigido a frenar los ánimos de la familia y de los protestantes.


Sin embargo, la autopsia independiente, del patólogo forense Bennet Omalu pudo efectuarse -por ley es así- y según el Departamento de Policía, “el médico forense del condado aún no había notificado que su autopsia se había completado”.

“Han pasado 20 días desde que Andrés fue asesinado trágicamente por un ayudante del alguacil del condado de Los Ángeles”, manifestó el abogado Nicholas Yoka. “Una vez más estamos implorando al Departamento del Sheriff que dé un paso adelante, publique el informe de la autopsia del médico forense y haga lo correcto por esta familia”.

Cristóbal y Elisa Guardado, padres de Andrés, instaron al departamento del alguacil a liberar la suspensión de seguridad del informe de la autopsia y proporcionar otras pruebas en el caso.

“Nuestro hijo no merecía morir de esta manera”, expresaron en un comunicado. “Entendemos que aún queda un largo camino por recorrer, pero vamos a seguir luchando por justicia para Andrés. Queremos asegurarnos de que otras familias no tengan que sufrir como nosotros ”.

Los investigadores han informado al Buró Federal de Investigaciones sobre el asunto y están monitoreando la investigación, admitió Chris Marks, del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles. Señaló además que las cámaras recuperadas de la escena no contenían video del tiroteo. Al tratarse de alguaciles, se entiende que estos no llevaban encima cámaras corporales, que son del uso de la policía y de manera obligatoria; aunque estos pueden encenderlas o apagarlas a su antojo.

por Roberto A.

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